Star Wars: The Bad Batch, tercera temporada

Reseña de The Bad Batch
The Bad Batch vuelve a aupar la animación dentro de Star Wars.

Star Wars surgió de la idea de George Lucas de crear una película que fuese para los jóvenes y se alejase del pesimismo de la época. A lo largo de las décadas, la saga se ha convertido en una obra que ha pasado de generación en generación y, pese a sus vaivenes, nunca ha olvidado su corazón y podemos afirmar, ahora que ha concluido con su tercera temporada, que The Bad Batch ha sido una serie que siempre ha sabido dónde está ese corazón, ese espíritu de puro Star Wars.

El recorrido de la Remesa Mala

Después de una primera parte que sufrió muchas quejas por parte de los fans que han olvidado que parte de la magia de la saga es poder perderse en ella y una segunda parte donde Crosshair se convirtió en uno de los mejores personajes no solo de la serie (sino de la saga), nos hemos encontrado con una tercera temporada que cierra esta obra heredera de Clone Wars y toda la animación vinculada a Star Wars que hemos disfrutado en los últimos años.

Y este adiós es una combinación de lo mejor de ambas temporadas, aunque en algún punto no ha sido perfecta: ha dado la sensación de que se repetían situaciones y no sabíamos muy bien hacia dónde tirar.

Omega
Omega se ha convertido en uno de los mejores personajes de la saga.

Aventuras y algo más

The Bad Batch nació como un spin off de la última temporada de Clone Wars y narraba la historia de un grupo de clones defectuosos que sobrevivieron a la Orden 66 y se convirtieron en enemigos del Imperio tras salvar a su hermana, Omega.

Desde esa premisa, Dave Filoni y su equipo recuperaron el primer esbozo que el creador tuvo para una serie cuando fue contratado por Lucasfilm: crear una especie de Equipo A galáctico, idea que también sobrevivió en Rebels.

Pero más allá de las influencias, The Bad Batch ha sido una obra que ha abrazado la aventura, pero también lo que supone ser una familia, aparte de ser un alegato contra las maquinarias imperialistas bélicas (y no olvidemos que proviene de Estados Unidos, la mayor maquinaria imperialista y bélica de nuestro tiempo).

Reseña de la tercera temporada de #TheBadBatch, serie de #StarWars que nos ha contado los últimos días del ejército clon. Share on X

Grandes personajes

Cada capítulo centrado con Crosshair ha sido una maravilla a lo largo de la serie. En cambio, sorprende cómo Hunter y Wrecker han ido quedando en un segundo plano, cuando Hunter parecía originalmente el más “protagonista”. No obstante, la serie ha recuperado a Echo sin tener que resucitar a otro de los hermanos, caído en combate (me temía que usasen la idea de la élite de soldados de asalto para explicarlo). Pero ante todo tenemos a una Omega que representa el espíritu aventurero de la saga. No olvidemos que, en uno de los borradores de la saga original, la protagonista llegó a ser una chica y en Star Wars se aprovecha todo.

Pero las historias no serían nada sin los villanos y aquí, más allá de los cameos del Emperador y Tarkin (ciertamente desaprovechados, pero ¿qué más contar con ellos sin liarnos con la continuidad?), me quedaría con el malévolo doctor Hemlock y sus planes para ser una especie de Mengele dentro del Imperio. La crueldad y la frialdad de este personaje lo hace ser un digno perro del Imperio. Interesante que sepamos tan poco de él, pero no olvidemos que Star Wars está dentro de una franquicia imparable y ya se las arreglarán para contarnos hasta su DNI en series, películas, cómics, libros, videojuegos…

Palpatine-the-bad-batch
La aparición de Palpatine y otros personajes de la saga se ha quedado en el simple cameo. Un problema cuando el tráiler lo destripaba.

El riesgo justo

Un aspecto interesante de la serie es que también ha sabido jugar con nuestras expectativas, aunque sin pasarse de la raya… hasta cierto punto. Sí, tenemos la redención, pero también vemos cómo está no llega a cumplirse en personajes como Rampart, que podrían haber seguido el camino de Kallus, personaje de Star Wars: Rebels. Y además, cierra el arco de Kamino, aunque bien me temo que los experimentos de Hemlock seguirán hacia delante.

A nivel de lore, además, The Bad Batch ha tenido que afrontar el adiós a los clones dentro de las filas del Imperio Galáctico, lo que sirve para atar cabos sueltos y rellenar espacios sin completar hasta el momento. Por fin entendemos qué pasó con Rex y compañía, y por qué los soldados de asalto de la saga original eran unos inútiles.

Y hablando de inutilidad, podemos hablar de cierta línea de diálogo del Episodio IX, donde Poe Dameron decía que váyase a saber cómo, Palpatine había regresado de la muerte. Bien, series como The Mandalorian o The Bad Batch se han visto en la obligación de explicar esta parte y darle sentido a toda esa idea del Proyecto Nigromante. Y aunque tanto mareo con esta idea ya empieza a cansar, al menos ha sido una idea de trasfondo que nos ha explicado por qué el Imperio buscaba a Omega.

Ventress
Ventress regresa de entre los muertos y aporta la dinámica de maestra inesperada… como inesperado es que hayan doblado su nombre a español como… ¿Scarlett?

El miedo lleva al odio…

Ahora bien, muchos temimos que Omega acabase convirtiéndose en una portadora de la Fuerza y terminase siendo una Jedi… Pero, por suerte, la gente tras The Bad Batch parece más partidaria de la idea de Rian Johnson y Los Últimos Jedi: cualquiera puede ser parte de la Fuerza sin sentir la necesidad de ser un Jedi… ¡Aunque queda tantísimo por contar!

Y eso pese a que la recuperación de Asajj Ventress ha aportado más bien poco, pese a lo mucho que esperábamos los fans de ella; lo mismo podría decirse de Cad Bane, aunque ha sido una delicia volver a verlo. Más discutible si cabe es cuando empezamos a pensar en el canon y nos da por preguntarnos por Fennec Shand, el hecho de conocer a los clones y jamás decirle nada al bueno de Boba Fett.

Dos aspectos en los que hay que incidir en la serie es en la animación, que ha llegado a un punto en que es difícil distinguir algunos planos de la naturaleza generada por ordenador de la real, y la banda sonora, donde los Kiner brillan con luz propia, aunando la influencia musical de John Williams con sus propias influencias, que van desde la música heredada de Blade Runner hasta las composiciones dignas del cine de samurais (algo que demostraron que ya controlaban en Ahsoka).

El corazón de Star Wars

Durante tres temporadas y varios años, The Bad Batch ha sido una puerta más para esa maravillosa galaxia creada por George Lucas en el ahora tan lejano 1977. Cada semana, hemos podido viajar de nuevo con estos personajes que han ido creciendo poco a poco para convertirse en parte de esta mitología moderna. ¿Cómo no íbamos a disfrutarlo?

Como siempre, Star Wars termina con una promesa de que seguiremos descubriendo más historias y lo hace a través de un epílogo que, para todo aquel que esta serie ha significado algo, le dejará con lágrimas en los ojos, pero no lágrimas amargas, sino dulces. Hay muchas historias que contar y la saga estará bien.

Sin embargo, pese a todo, ha seguido siendo la historia de la valiente Omega y sus hermanos. Para siempre quedará el legado de esta obra que nos recordó dónde estaba el corazón de la saga y por qué el espíritu de Star Wars sigue acompañándonos.

Valoración: ★

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