Cabal: La Raza de la Noche de Clive Barker

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Hablamos de Cabal: La Raza de la Noche de Clive Barker, que sirvió para la película Nightbreed (Razas de Noche).

«Todavía te quiero, Boone. Midian también te quiere, pero yo te quiero más. Te quiero frío, si es así como eres. Te quiero muerto, si es así como eres. E iré contigo si tú no vienes conmigo. Dejaré que me acribillen».

En 2019 leí El corazón condenado, novela que sirvió de base para Hellraiser. Poco antes, había comenzado a leer los cuentos de Libros de sangre, también del escritor Clive Barker. Sin embargo, pronto me encontré con el vacío producido por todos sus libros descatalogados.

Con la pandemia ante todos nosotros, recuerdo el confinamiento como ese período en que me vi todas las películas de Barker, todas las de Hellraiser, y me leí varias novelas del autor, como El ladrón de días o Demonio de libro.

Pero había uno del que solo conocía la película: Nightbreed, más conocida como Razas de noche, como se rebautizó la novela publicada en 1988 como Cabal. Este año lo he solucionado.

El regreso de los freaks

Este año, la editorial Valdemar ha vuelto a publicar la novela de Barker en su colección Gótica, y es una gran noticia recuperar uno de los títulos en los que el autor de Liverpool comenzó a alejarse del terror para adentrarse más en la fantasía. De hecho, si le quitamos la capa de polvo del desierto, nos encontramos con una obra que combina el género con el romance, algo que está de moda en los últimos años (solo hay que ver el auge del dark fantasy o, como lo llaman los sabios, el p… de hadas).

Cabal narra la historia de Boone, un joven que cree que está perdiendo la razón. Aparte de escuchar voces que le hablan de una ciudad llamada Midian, su psiquiatra, el doctor Decker, intenta descubrir si Boone está tras unos siniestros asesinatos acaecidos en la ciudad. El propio Boone no lo sabe.

Atormentado por el recuerdo de Lori, su último amor, al que abandonó para no hacerle daño, Boone decide acabar con su vida antes de que mate a otra persona. Sin embargo, en la muerte hallará un nuevo mundo…

Crítica de Cabal (La Raza de la Noche), novela de Clive Barker que sirvió de base para su película. Share on X

Horror y amor

La Raza de la Noche, subtítulo con el que se ha rebautizado a la edición en español de Valdemar, es una novela corta, entretenida y con buenos instantes donde Barker es capaz de mezclar el terror y la fantasía oscura con una prosa cuidada, incluso cuando las metáforas son más forzadas y arriesgadas. La literatura de este escritor es tan afilada que corta y, en ocasiones, se corta a sí misma.

Una pena que el creador se centre tanto en la acción en muchos de sus segmentos: hay persecuciones, duelos, peleas, muertes…, pero se agradecería un mayor equilibrio en la profundización, porque más allá de Decker, Boone y Lori, todos los demás personajes son demasiado caricaturescos, apenas anotaciones al margen de una historia que podría haber sido mucho más, tal vez, con menos.

Y es que Barker se enamora de la idea de la construcción del mundo (o worldbuilding), como le pasará también en la novela Abarat. Incluye seres como Baphomet, profecías, la ciudad de Midian, diferente tipos de criaturas… pero, aunque es interesante, se olvida de intentar que cada sentimiento sea tangible. No nos cabe duda de que su imaginación es prodigiosa y también abrumadora, pero ojalá hubiese indagado más en lo que realmente importa.

«Aquel era Baphomet. Aquella criatura trinchada y dividida. Al ver su rostro, ella gritó. Ninguna historia o película, ninguna desgracia, ninguna bendición la había preparado para el hacedor de Midian. Debía ser sagrado, como cualquier cosa tan extrema debe ser sagrada. Una criatura más allá de todas las criaturas. Más allá del amor o del odio, o su suma; más allá de lo bello o lo monstruoso, o su suma. Más allá, por fin, de la capacidad mental de Lori para comprenderlo o catalogado. En el instante en que apartó la mirada de aquello, Lori ya había borrado cada fracción de la visión de su memoria consciente y la había encerrado donde ningún tormento o súplica le hiciera contemplarla otra vez».

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Póster de la adaptación cinematográfica de Nightbreed que el propio Clive Barker dirigió.

Buscarás Midian

«¿Fácil? ¿Ir en busca de un lugar del que solo había oído rumores entre lunáticos? Quizá no fuera tan fácil. Pero era necesario; incluso inevitable. Desde el momento en que el camión bajo el que había elegido morir lo lanzó a la cuneta, este viaje le había estado llamando. Quizás mucho antes de eso, aunque él nunca hubiera visto la invitación. La sensación que tenía de hacer lo correcto podría haber terminado convirtiéndolo en una fatalista. Si Midian existía, y estaba deseoso de acogerlo, entonces viajaba al lugar donde él por fin encontraría un poco de autoconocimiento y paz. Si no (si solo existía como talismán de los amedrentados y los perdidos), entonces eso también era lo correcto, y encontraría cualquier muerte que le esperara buscando un no-lugar. Mejor eso que las pastillas, mejor eso que la búsqueda inútil de Decker de coincidencias y razones.

La misión del doctor de arrancar el monstruo de Boone estaba destinado a fracasa. Al menos eso estaba tan claro como el cielo allá arriba. Boone el hombre y Boone el monstruo no podía dividirse. Eran uno, viajaban por la misma carretera en la misma mente y cuerpo. Y cualquier cosa que encontrara al final de esa carretera, la muerte o la gloria, sería el destino de ambos».

Llama poderosamente la atención que, aunque muchos señalan a Barker como una especie de monstruo, uno de los apóstoles de la Nueva Carne (no olvidemos que David Cronenberg interpretó a Decker en la adaptación cinematográfica de Cabal), en realidad tiende a ser un romántico.

El corazón condenado no dejaba de ser una historia de amor en la que se hacían cosas terribles para lograr recuperar a aquel que se desea; en Cabal, tenemos a dos personajes que se aman aunque cosas terribles ocurran a su alrededor.

Y sí, Barker es potente en sus imágenes más terroríficas y no se corta a la hora de describir una amputación, un crimen o un acto sexual o violento, pero es parte de aquello que lo convirtió durante una época en un genio del terror.

«Dio un paso atrás mientras se le revolvía el estómago. El jugo de fruta no era así…

Otro paso.

… pero la carne sí. Y si era sangre lo que olía, entonces era sangre lo que veía, y si lo que veía era sangre, entonces los durmientes no dormían, porque ¿quién se acuesta en un matadero? Solo los muertos».

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Nueva edición de Cabal, editada por Valdemar.

La muerte no es el final

Eso sí, cuidado a un lector que crea que estamos ante una obra autoconclusiva. Aunque no se haya publicado una segunda parte, el final queda abierto a una secuela que nunca ocurrió. El desgaste sufrido durante el rodaje de la película y el fracaso en taquilla llevó a Barker a abandonar el proyecto de crear su «Star Wars del terror», tal y como la describió.

Una lástima, porque Cabal podría haber sido los cimientos para algo mayor. Se habla de una serie de televisión. Tendremos que esperar.

«Había escapado de demonios (criaturas de podredumbre y maldad) y había ofrecido a las alturas una oración de gracias por su liberación si el cielo no hubiera sido tan vasto y brillante y tan claramente vacío de deidades que pudieran escucharla».

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