Es curioso. Hay películas a las que, aunque les veo los andamiajes, sus hilos, las disfruto. Quiero decir que les perdono defectos de guion o cuestiones que ocurren «porque las hizo un mago» y creo que no hay mayor «porque lo hizo un mago» (literal) que Spider-Man: No way home.
El hype de Spider-Man
Como todo el mundo que conozco (parece ser), vi Spider-Man: No way home en su estreno y, pese a la tibia acogida de la gente que me rodea… la disfruté bastante. Porque más allá del hype o las expectativas, me alegré de recibir algo más simple: la sensación de estar leyendo un cómic del Trepamuros donde sufre «la (mala) suerte Parker».
¿Qué le pasa a Pete? Todo el mundo descubre su identidad, Control de Daños va a por él, muchos lo consideran un asesino, J. J. Jameson vive de destruir la imagen pública del superhéroe, Parker la lía con un hechizo que desestabiliza el espacio y el tiempo, sus amigos y él no pueden ir a la universidad por su culpa, le atacan enemigos de otra dimensión…
Nuestro superhéroe sufre, cae, pero como en los cómics de Spider-Man más clásicos, los de Stan Lee y Steve Ditko, se sigue levantando para ayudar a los otros, porque como dijo el tío Ben: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad».
Lo positivo del Spider-verso
SI a eso se suma el tema del Spiderverso, yo, que llevo años escribiendo sobre multiversos, disfruto lo que no está escrito, como en la época comiquera de Dan Slott. Aunque No way home no llega a la altura de esa obra maestra que es Into the Spider-Verse, sigue siendo un film estupendo.
Es así cómo le perdono muchas cuestiones que guion que pasan porque sí y algunos efectos especiales mejorables. Me quedo con lo positivo.
Me quedo con algunas escenas espectaculares y otras más íntimas donde brilla Tom Holland (el mejor Spider-Man de acción real, te duela o no), la estupenda Zendaya y una cercana Marisa Tomei. ¿Y cómo olvidarse de Willem Dafoe, Jamie Foxx y Alfred Molina, que se lo pasan pipa como villanos de cómic?
Conclusiones
Me guardo los momentazos que justifican el ardid comercial y un amago de «mefistazo» al que Sony se puede aferrar si no se arreglan los contratos con Disney.
Alucino con un Michael Giacchino en estado de gracia, capaz de homenajear a compositores tan dispares como Danny Elfman, James Horner y Hans Zimmer, sin olvidar lo que también él ha aportado musicalmente al personaje.
Me maravilla la fotografía, sobre todo en esa escena donde Peter Parker se ve vencido frente a una pantalla gigante donde el Daily Buggle lo acusa de ser una amenaza más que un héroe.
Y sé que estoy ante una carta de amor al personaje de Spider-Man: tanto a los cómics como a los videojuegos, las series, las películas de Raimi y Webb… y me quedo con esas escenas que parecen viñetas donde, aunque vea los andamiajes, son como una especie entre viñetas, ese espacio donde puedes imaginar todo.
Spider-Man: No way home nos sigue demostrando que, aunque no haya camino a casa, sigue siendo nuestro amistoso amigo y vecino Spidey y, frente a eso, ¿quién no cae en su red?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes comentar mediante nick, anónimamente o con tu cuenta de correo o similar. No almacenamos ninguna información.
¡Muchas gracias por tu comentario!