Ruth C. Morera: «Me gusta que mis protagonistas duden»

Ruth C. Morera
La escritora Ruth C. Morera nos habla de la fantasía, la creación y los personajes de sus obras.

Cómo escribir fantasía con Ruth C. Morera

Ruth C. Morera (Barcelona, 1980) persigue la magia y la maravilla e inspira a sus lectores, pero también a sus alumnos. Se diplomó en Magisterio de Educación Especial por la Universidad Blanquerna y además es intérprete de lengua de signos. Y escribe historias.

A través de sus palabras imagino otros mundos donde sus lectores descubren la maravilla que ha rodeado su vida como docente, autora y lectora. Ha publicado el relato «Tiburtina: Gafas negras: El milagro» (Editorial Cerbero, 2020) y «Mumu» (Editorial Cazador, 2022).

Agradezco tenerla en esta entrevista donde nos hablará de la creación, la publicación, la fantasía y la búsqueda de aquello que nos hace seguir adelante: la maravilla.CARLOS J. EGUREN: Tienes dos obras a punto de publicarse. Sé que no puedes contarnos mucho de ellas, pero… ahora que nadie nos escucha, ¿podrías decirnos algo sobre ellas? ¿Alguna pista?

RUTH C. MORERA: Primero de todo, muchas gracias por la entrevista. Normalmente, soy yo la que hago las preguntas a los autores que reseño en mi blog. Si te soy sincera es la primera vez que me hacen una a mí (pausa dramática).
Respondiendo a tu pregunta: ojalá pudiera contarte todos los detalles de las dos publicaciones. Es más, me encantaría compartirlo contigo y tus lectores, pero ya sabes el secretismo que hay en el mundo editorial. Lo que sí puedo contarte es que una de esas publicaciones es una fantasía distópica que aún no tiene fecha de publicación y la otra es una novelette de terror titulada «Mumu» que saldrá publicada a finales de febrero con la editorial Cazador.

Portada-Ruth-C-Morera
Mumu es el título de la obra de fantasía oscura escrita por nuestra entrevistada, Ruth C. Morera.

Sobre escribir y leer

C. J. E.: Como maestra, trabajas horas y horas en el colegio. Programar clases, aguantar a compañeros de claustro, responder correos de padres y madres, corregir deberes… ¿Cómo te quedan horas para escribir? ¿Cómo es tu proceso creativo y cómo concibes hábito de escritura pese a estar tantas horas en tu trabajo muggle? Me interesa mucho este aspecto como escritor y profesor

R. C. M.: Pues es complicado. Al principio escribía cuando podía, a ratitos sueltos, intentando robarle minutos al día, pero descubrí que era más difícil de lo que había pensado. Así que me puse a investigar, quería entender cómo se lo hacían los otros escritores para compaginar los dos trabajos (me refiero a los que no se dedican en exclusiva a la escritura). ¿Y sabes lo que aprendí? Que cada uno tiene su método y todos son diferentes e igual de válidos. Yo me levanto todos los días a las seis de la mañana para escribir una hora antes irme a trabajar y otra antes de acostarme. ¿Es el mejor horario? No, para nada. Por la mañana suelo estar tan cansada que cuando consigo arrancar me tengo que marchar a trabajar y por las noches estoy tan agotada que solo me apetece meterme en la cama para dormir, pero son las únicas horas fijas de las que dispongo a diario. Quizá dos no sean muchas, pero siempre son mejores que nada. Compaginar trabajo, familia y escritura es difícil.

C. J. E.: Te encanta leer todo tipo de historias de fantasía, incluidos mangas. Solo hay que pasar por tu recomendable web para darnos cuenta de ello (invito a los lectores a que se pasen). ¿Cuáles son tus obras de referencia que hacen que tu mente siga soñando y tu pluma trace esos sueños con palabras?

R. C. M.: Ahora toca ese momento maravilloso en el que yo hago publicidad de mi web www.rcmorera.com, como si fuera algo espontáneo y natural. Mira que he hecho cursos de marketing y no hay manera de aprender a venderme sin la sensación constante de estar molestando a los demás.
Después de este intento patético de promoción, quiero que sepas que esta es una de esas preguntas que hacen que quiera salir corriendo. Y te voy a explicar por qué. Hay tantas, pero tantas obras que considero indispensables que si tuviera que nombrar solo dos o tres no sabría cuáles escoger. Si le preguntas a mi yo del año pasado te diría unas, a mi yo de hace veinte años otras, a la de hace quince otras… y así hasta el día de hoy. Es más, mi yo de hace un minuto, no es la misma que mi yo de ahora. Y de ahora. Y de ahora. Y de ahora. Es imposible.

Portada Tiburtina Gafas Negras El Milagro
Portada del relato Tiburtina, gafas negras, el milagro de Ruth C. Morera.

Leer para escribir

C. J. E.:He visto que has leído los libros de Sombra y Hueso de Leigh Bardugo. Hace poco, leí una cosa curiosa sobre ella. El personaje de Kaz de Seis de Cuervos lleva bastón. Un hecho curioso, porque la propia Bardugo utiliza bastón en ciertas ocasiones debido a una enfermedad que padece. Así, se filtra la ficción en la realidad y viceversa. ¿Te ha ocurrido esto con algún personaje? ¿Hay algo en ellos que sea tuyo, incluso aunque sea doloroso revelarlo al resto?

R. C. M.: Quiero confesarte un secreto: aborrezco a los protagonistas perfectos, aquellos moralmente inquebrantables y agradables a la vista que parecen sacados de las fotografías de una revista. A mí me gusta que duden, tengan miedos, metan la pata y se levanten con las mismas ojeras que yo. Personajes reales, como mi madre, la vecina del cuarto, la farmacéutica o la cajera del supermercado. ¿Por qué te cuento esto? Pues porque yo soy maestra de Educación Especial y trabajo con niñas/os con diferentes discapacidades. En mis libros hay protagonistas en sillas de ruedas, gente a la que les falta alguna parte de su cuerpo o que tienen una discapacidad mental. Hay diversidad. Algo básico para que todas las personas puedan sentirse identificadas y/o representadas.
Así que me parce genial que Leigh Bardugo haya creado a un personaje tan complejo como Kaz Brekker. Disfruté mucho al leer Seis de cuervos justamente porque los personajes son maravillosos. Ojalá más autores incluyeran a este tipo de personajes.

C. J. E.:En tu blog veo reseñas de obras de autores como Brandon Sanderson o Joe Abercrombie, además de muchos creadores españoles como Sergio S. Morán (El dios asesinado en el servicio de caballeros) o Nieves Delgado (36). ¿Cómo afrontas escribir estas reseñas? He leído a compañeros escritores que dicen que jamás hacen una crítica negativa por todo el tema de que «perro no come perro». ¿Qué opinas de esto?

R. C. M.: Hay que partir de la premisa de que en mi blog reseño lo que quiero. Es decir, no acepto libros gratuitos a cambio de una reseña, una práctica bastante habitual entre los reseñadores. Eso significa que si un libro no me gusta no hay nada que me impida expresar libremente mi opinión. Soy imparcial. Así que sí, publico reseñas negativas de libros que no me han gustado. Por ponerte un ejemplo, Una corte de rosas y espinas de Sarah J. Maas.

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Personajes-de-Seis-de-cuervos-leigh-bardugo
Los personajes de Seis de cuervos de Leigh Bardugo tienen mucho de su autora. Ruth C. Morera opina sobre este tema.

La creación como refugio

C. J. E.:Hace poco, en una entrevista al escritor de terror Cristian Blanco le comentaba que, tras escribir una novela de horror, me temí que mi alumnado pensase que su profesor no estaba del todo bien. Él me comentaba que se ha librado de eso por ahora. Tú, que eres docente y estás a punto de publicar, ¿has pensado en qué dirán tus alumnos cuando descubran que su maestra escribe y que quizá escribe historias con componentes oscuros? ¿Alguno de tus compañeros de claustro sabe de tu predilección por el fantástico y te ha dicho algo “raro”?

R. C. M.: Sinceramente, no me preocupa. Hace tiempo que descubrí que no soy compatible con la gente que te juzga por escribir uno u otro género. Además, si me consideran rara por escribir terror me sentiré halagada porque son las mismas personas que me llaman friki y, para mí, no hay mayor orgullo.

C. J. E.:He leído tu biografía y me ha venido una cuestión a la cabeza. Cuando estudié el Máster de Profesorado, recuerdo que un maestro me contó que una vez conoció a una niña en un colegio, una niña que no leía nunca. La estudiante le contó que antes sí lo hacía, pero una profesora la vio leyendo El Hobbit y le dijo: «déjese de leer cosas para niños» y la cría se avergonzó y se alejó de la lectura. En tu web, cuentas como un profesor te dijo que no eras buena escribiendo y eso te alejó de las historias por un tiempo. Ahora, eres maestra. ¿Qué le dirías a ese profesor si te lo cruzases ahora? ¿Crees que los profesores tenemos un papel fundamental en el futuro como lector y como persona de nuestro alumnado? Y lo más importante: ¿qué le dirías a la niña de mi historia o a la pequeña Ruth que pasó por esa experiencia?

R. C. M.: Esa es la historia de mi vida. Cuando era pequeña mi profesor, aquel al que yo admiraba y respetaba, me dijo que me olvidara de escribir porque no se me daba bien, que era una chica guapa y que si me vistiera más femenina podría aspirar a encontrar un buen marido que me mantuviera, como un médico o un abogado. ¿Sabes que fue lo peor de todo? Pues que lo creí. No pensé que solo era una chica de catorce años que necesitaba aprender o que quizá ese señor tuviera un mal día y estuviera ensañándose conmigo. Simplemente lo creí.
Así que si me volviera a encontrar con mi profesor le pediría una tutoría porque necesitaría mínimo una hora para explicarle todo lo que pienso sobre sus comentarios. Es muy triste que se siga perpetuando un modelo basado en que los dibujos son infantiles, que los niños hay que vestirlos de color azul y a las niñas de rosa, a diferenciar los juguetes dependiendo de la temática y a decirles a los demás cómo tienen que vestirse o comportarse. La diversidad nos enriquece y no me cansaré nunca de repetirlo.

Portada El Hobbit.
Sorprende pensar que obras como El Hobbit, ya clásicos de la literatura, han sufrido críticas basadas en los prejuicios capaces de anular a sus lectores más jóvenes.

La fantasía sin límites

C. J. E.:Como aficionada al género fantástico, ¿has visto ya Arcane? (Si no la has visto, te la recomiendo). Te lo comento porque creo que es lo mejor que se ha hecho en el género fantástico en años. Mi problema es que ahora siento que el listón está altísimo. ¿Qué haces tú para superarte constantemente a la hora de narrar historias?

R. C. M.: No, lo siento. Es una de esas series que me encantaría ver, pero que todavía no he podido disfrutar por falta de tiempo.
En mi caso, cuando acabo una lectura tan impactante necesito estar unos días sin leer. Paso por un proceso de duelo dónde echo de menos a los personajes y al mundo. Me ha pasado pocas veces, pero la sensación de pérdida es brutal.

C. J. E.: La fantasía ha estado marginada durante mucho tiempo, pero ya no parece que lo esté tanto. No obstante, lo que veo ahora es cierto esnobismo. Me refiero a que hay un sector que farda de leer “buena literatura fantástica”, con complejos sistemas de magia y una amplia gama de grises (muchas veces, grimdark), y considera obras como la Dragonlance como dragonadas para unineuronales. ¿Qué opinas del estado de la fantasía y de estas guerras civiles en el fandom?

R. C. M.: «Dime de qué presumes y te diré de qué careces». Es muy triste tener que menospreciar a los demás para sentirte mejor contigo mismo. Las guerras del fandom me parecen una soberana tontería porque solo evidencian la falta de respeto que hay en nuestra sociedad. Más comprensión y menos egoísmo.

Dragonlance
Obras de fantasía como Dragonlance han caído en cierta marginación dentro de los propios fans.

Celsius 232

C. J. E.: El año pasado seguí tus andanzas por el Celsius 232 en tu Twitter. Era la primera vez que ibas. ¿Qué me puedes contar de esa experiencia? ¿Qué le dirías a los que lo visiten por primera vez? ¿Deben llevar una maleta solo para libros? ¿Hay que madrugar para ir a las firmas? ¿El cachopo y una firma larga pueden ser una combinación mortal? ¿Cuáles son tus secretos de supervivencia en el Celsius?

R. C. M.: Te voy a dar el mejor consejo que me dieron a mí en su día: trae chaqueta. Aunque el Celsius se realice en pleno julio hay momentos, sobre todo por la mañana o a media tarde, que la temperatura baja hasta los dieciséis grados. La gente friolera, como yo, acaba congelada.

El Celsius es increíble. Conoces a autores maravillosos, a editoriales aún más maravillosas y todos te tratan estupendamente. Además, siempre hay alguien que conoce a otro alguien y acabas presentándote a un montón de gente interesante y comprando tantos libros que no te caben en la maleta. Muy recomendable.

Conclusión

¿Qué seríamos sin las historias, sin la posibilidad de imaginar, de soñar? Sin autoras y docentes como la entrevistada, vagaríamos por el mundo sin poder hallar la magia de la maravilla. Doy las gracias a Ruth C. Morera por hablarnos de la fantasía, la creación y cómo ambos campos nos transportan hasta ese mágico reino que es la Fantasía. Ha sido un placer hablar sobre el poder de las historias, cómo la fantasía escapa de las etiquetas y cómo grandes obras nos inspiran. Ahora, toca descubrir Mumu y el resto de las escritas por Ruth C. Morera. Será un viaje fantástico.

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