Porque la sangre es la vida. Reescritura de La Historia [III].

Porque la sangre es la vida: tercera parte del proceso de reescritura de La Historia.

Esta semana he continuado con el proceso de escritura y reescritura de La Historia. Aunque os comenté la semana pasada que sentía que quizá mis ánimos habían menguado, esta semana lo contrario: si algo he aprendido en este tiempo es que hay que intentar conservarlo si quieres acabar tu novela, tu cuento, tu proyecto o lo que sea. Me gusta la sensación de éxtasis cuando empiezas un proyecto (¿a quién no?), pero la cambiaría por un ánimo que, aunque menor, fuera continuo y te permitiese acabar tu trabajo. No obstante, pienso que en medio de ese "ánimo continuo", a veces tienes grandísimos momentos que valen mucho la pena y eso quiere decir que está funcionando. Yo creo que la reescritura está funcionando.

¡El show debe continuar! Fuente.

Día a día

Adquirí un mal hábito al escribir este libro, lo confieso. O más que malo, creo que tiene que ver con lo complejo que puede llegar a ser para mí al escribir. Me explico un poco: los protagonistas tienen un horario de clase y la trama gira alrededor de las horas que están dentro y fuera de clase, por lo que cada día acaba teniendo innumerables páginas, aunque al principio no fuera mi idea. Al menos, pienso que lo que cuento cada uno de esos días es importante para la trama central. No estoy inflando nada ni estoy teniendo al estilo folletinesco (espero), solo quiero ser detallista y añadir nuevos grados de significado a mi historia. No creo que nunca más vuelva a escribir una obra tan larga en mi vida. Centrándome en la novela, me faltaría poco más de una semana de historia para acabar este volumen. Os prometo que tardaré más de una semana en acabarlo, seguro.

La Historia gira en torno a las horas que los protagonistas están fuera y dentro de clase. Fuente.

El rompecabezas

Una reescritura es para mí como una especie de rompecabezas. Y, a veces, no hay una solución clara, no sabes que esa, exactamente esa, es la imagen que tiene que formar. Mi proceso es como un caos de diferentes versiones de La Historia más mis impresiones y deseos actuales: intento ordenar todo esto. Muevo una parte, quito otra, añado... Es un caos, un puzle de piezas que trasladas, intentas encajar, explicar..., a veces, con delicadeza, otras a matillazos hasta que lo pules.

Si un personaje hace tal cosa, antes tienes que ver cómo llega a ello en muchos casos... El arma de Chéjov... Sí, sé que tampoco hay que explotar en demasía todo esto, pero me parece interesante a la hora de que funcione esta historia. Si habláramos de Devon Crawford u otra de mis novelas, podría deciros otra cosa.

Encajando todas la piezas de un gran puzle... Fuente.

 Lecturas y música

Esta semana me he hecho con un par de libros que pensé que podrían ayudarme como El cuento número trece, Los libros de sangre o Rebecca. Eso me obligó a tener que hacerme con otra estantería...

He concluido la lectura de la última historia de Hellboy y estuve leyendo el comienzo del Frankenstein anotado de Leslie S. Klinger, además de algunos relatos del bueno de Clive Barker.

Aparte de las lecturas, he sumado el nuevo disco de Slipknot, Frankenstein de Editors, la discografía de London after midnight y Joy Division a la banda sonora que escucho en bucle para escribir.

Lecturas para La Historia. Fuente 1. Fuente 2. Fuente 3. Fuente 4.

Consejos de juntaletras

Si alguien lee esto y quiere empezar a escribir, uno de los consejos que le daría de las lecturas que hace (porque sí, hay que leer y mucho a otros autores) es que siempre tenga un cuaderno o una anotación de móvil donde apunte ideas, palabras, frases, expresiones... de obras que vaya leyendo y que le gusten y pudiera usar en sus trabajos. A mí me suele servir de mucho para enriquecer mis historias (son adornos, si fueran esqueleto no dejaría de ser una vacua copia). Así que en estos siete días he seguido con ello.

La gran utilidad de una herramienta de anotaciones. Fuente.

 ¿Cómo abordar una escena?

Hay escenas que son complicadas de escribir. Suelen recomendarte ser ordenado, pero yo prefiero tener algo escrito, por malo y caótico que sea, que nada. A menudo, alguna escena de mi libro comienza con un diálogo al que luego le añado acotaciones, contexto... El diálogo me sirve como guía. Eso sí, sé que tengo que cuidar el tema de las acotaciones: como me dijo mi última correctora, no estoy escribiendo teatro, pero es una manía difícil de superar. No obstante, a veces, necesito ir al corazón y después construir lo demás. Lo he hecho mucho durante estos días.

Comienzo con forma de guion a la hora de estructurar ciertas partes de la novela. Fuente.

Y hasta aquí mi resumen, informe o lo que sea esto sobre La Historia. Espero poder hablaros más la próxima semana si todo sale bien. Si queréis estar al día del avance, seguidme en mis redes sociales como Instagram, donde suelo contar cómo va todo y comparto algunas historias sobre La Historia, valga la redundancia. ¡Nos leemos, monstruos!