¿Qué supone ser escritor? Roald Dahl habló sobre ello en una de sus mejores novelas. Imagen libre de derecho extraída de Pixabay. |
"A mí todo esto me gustaba, me gustaba de veras. Empecé a comprender lo sencilla que podía resultar la vida si uno tenía una ocupación regular con horarios fijos y un sueldo fijo y poca o ninguna necesidad de tener ideas originales. La vida de un escritor es un verdadero infierno comparada con la de un empleado. El escritor tiene que obligarse a trabajar. Ha de establecer sus propios horarios y si no acude a sentarse a su mesa de trabajo no hay nadie que le amoneste. Si es autor de obras de ficción, vive en un mundo de temores. Cada nuevo día exige ideas nuevas, y jamás puede estar seguro de que se le vayan a ocurrir. Dos horas de trabajo dejan al autor de ficción absolutamente exhausto. Durante esas dos horas ha estado a leguas de distancia, ha sido otra persona, en un lugar distinto, con gente totalmente distinta, y el esfuerzo de volver al entorno habitual es muy grande. Es casi una conmoción.
[…] Es un insensato el que se empeña en ser escritor. Su única compensación es la libertad absoluta. No tiene quien le mande, salvo su propio espíritu, y eso, estoy seguro, es lo que le tienta".
Roald Dahl, Boy (Relatos de infancia).
¡Monstruos! Sé que ha sido una ausencia un poco extraña por el blog, pero el trabajo como profesor y todas las cuestiones con las que hay que cumplir en el día a día, me han dejado un poco fuera de juego.
Aguardo, más adelante, traer noticias de la nueva novela y todos los proyectos que tengo preparados, pero, mientras, quería dejaros con este fragmento de la obra de Roald Dahl en la que nos habla de su niñez: Boy.
Estoy leyendo con los más jóvenes Charlie y la fábrica de chocolate y un gran compañero me recomendó que leyese esta biografía de los primeros años del escritor... ¡Y me ha encantado!, además de dejarme con fragmentos tan interesantes como este. Para mí, escribir lo es todo y ahora busco cómo unirlo en la enseñanza de este fascinante proceso. Escribir es una especie de nigromancia en la que todos deberíamos participar dando un poco de nuestra alma. No obstante, ser escritor es un desafío: luchar contra ti mismo, contra los demás, contra el mercado, contra las modas... contra todo. Y, a la vez, existen momentos extraordinarios que lo compensan todo.
En definitiva, si queréis recuperar un poco la fe en la creación, la lectura y todo lo que vale la pena, no está de más leer a este mágico autor.
¡Nos leemos, monstruos!
P.D.: A mi vuelta del viaje que emprendo en estos días, espero compartir los textos que he publicado en diversos portales y la crítica que hizo un gran amigo juntaletras sobre El Tiempo del Príncipe Pálido, mi última novela publicada (hasta la fecha).
Si estás ahora con Dahl te recomiendo sus cuentos completos, don una delicia y el prólogo de Elvira Lindo es una maravilla, contiene muchas curiosidades sobre el autor.
ResponderEliminarMe alegra saber que te va bien en la senda del profesor y que estás leyendo obras tan mágicas como las aventuras de Charlie. A mí me marcó Matilda, ese gran homenaje a la creación de mundos. Las Brujas también fue otra de esas lecturas con las que Dahl me hizo viajar.
Un abrazo, espero saber pronto del Multiverso.
Muchísimas gracias por la recomendación y mis más sinceras disculpas ante la tardanza para responderte. Me apunto los cuentos completos, ya que sé que me serán muy útiles. Por ahora, agradezco a mis chavales de 1º ESO haber podido descubrir junto a ellos, de nuevo, esta emblemática historia. Y a ti te agradezco esta recomendación.
EliminarMe apunto las otras obras que nombras e iré leyéndolas en cuanto encuentre tiempo entre tantísimas cosas. La suerte del centro donde trabajo es que posee una ingente cantidad de clásicos de ediciones muy antiguas... y eso, como tontorrón que soy, siempre me enamora.
Espero pronto poder hablar contigo con más calma, ánimo con todo y gracias por pasarte por aquí, aunque yo tarde tanto en responder.
Estoy de acuerdo con todo, es definitivamente una buena descripción de qué es ser escritor. Me anoto el libro y cuando pueda me lo leo. ^^ Aún recuerdo la película que hizo Burton de Charly y la Fábrica de Chocolate, lo frustrante que fue leer tanto como Matilda y NUNCA tener poderes, sin mencionar la impresión que me dejó The Witches, el primer libro que leí del autor, años más tarde. Uno vuelve a ser niño cuando lee a este señor. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo que comentas sobre cómo volvemos a ser críos cuando leemos al gran Dahl. Y creo que es una experiencia muy interesante poder llegar a leer con los más jóvenes. Vislumbras sus reacciones y emociones de un modo muy interesante.
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario y disculpa la tardanza a la hora de responderte. Espero compartir pronto, además, tu fantástica reseña. A ver si, poco a poco, vuelvo, entre clase y clase, a tener tiempo para el ciberuniverso. ¡Saludos!