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Volvemos al tema de las listas de la compra que sé que tanto os gustan y en esta ocasión tenemos esas diez cosas que hacen que esos miserables seres sin corazón que somos los escritores seamos felices.
1. Escribir. Evidente. Ningún escritor escribe para hacer sufrir (alguno de bestsellers quizás, pero eso es marketing y masoquismo). Y tampoco hay escritores que escriban para conseguir dinero fácil (en este segundo caso, tienen los negros literarios que les escriben los libros y ellos los firman. Hay caché).
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2. Que alguien te lea. Me temo que salvo a J.D. Salinger y algún otro autor más, a la mayoría de escritores les gusta que haya gente que les lea. De ahí, la poética en las esquelas de los periódicos, las listas de las compras o en las notas que dejamos pegadas en la puerta de la nevera.
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3. Encontrarse con otro escritor. No, en realidad es mentira (como todo en esta lista, salvo las cosas que son verdad). Al principio es como “oh, qué bonito. Me entiende. Somos colegas del alma”. Luego siguen hablando mientras cada uno piensa: “vaya, pero si escribo mejor que el capullo este”. Dicen que el gran dios máquina de escribir disfruta.
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4. Leyendo. Un buen escritor sigue leyendo. Me temo que por lo que solemos leer algunos, nos damos cuenta de que ciertos autores hace mucho que no leen ni siquiera sus propios manuscritos. Vamos a ver, se llaman escritores, no correctores...
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5. Soñar. En el mundo de Morfeo los escritores saquean sus mejores ideas. Si alguien piensa que soñamos por otra cosa es porque es Freud y le gusta sacarle la pasta a la peña. Y ya está.
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6. Las adicciones: Drogas, alcohol, mujeres/hombres, galletas de chocolate, caramelos de menta… Cualquier cosa se puede convertir en una adicción mientras juntamos letras, incluida la peor de todas (aunque en realidad es la mejor): escribir. Maldita sea.
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7. Comparar sus vidas con las de los autores que admira. Da igual que el escritor que te mole a tu edad ya hubiera escrito una obra maestra (ahí ando yo, acercándome a la edad en la que Neil Gaiman empezó a publicar Sandman y viviendo con la sensación de que cuando llegue, tendré un ataque de pánico). No importa que tu escritor trabajase esquilando ovejas para ganarse pasta (Alan Moore, sí). No pasa nada, encuentras paralelismos en todo, porque claro, él escribe bien, tú también. Lógica.
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8. Pasarse las horas muertas pensando en sus personajes. ¿Qué escritor no va por el mundo pensando en sus novelas, relatos o, sobre todo, en sus estados en las redes sociales para hacerse el "guay"? ¿Qué escritor no ve en cualquier cosa una nueva historia... que compartir en un tweet en vez de escribir? El que no lo hace es uno que, irónicamente, es escritor.
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9. Huir de las redes sociales. Este es un consejo bastante propio y aunque veáis que mi Twitter o mi Facebook se actualicen, en realidad son unos duendes malvados que tengo debajo de mi cama y me susurran cosas eróticas de vez en cuando.
No, en serio.
Hay que limitar las pérdidas de tiempo. ¿Qué queremos ser? ¿Buenos escritores o pregoneros de Facebook? Pienso que el señor Shakespeare y tantos otros grandes no hubieran escrito muchas de sus grandes joyas si hubieran sido dependientes de todo esto. Venga, recordad a mamá cuando os decía que dejaseis la Game Boy u os quedaríais ciegos. Bueno, Game Boy podéis sustituirlo por lo de…
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10. Ver tus historias en papel. O en el 2.0., a saber cómo irá esto a partir de ahora. Sea como sea, da mucho gusto atravesar todas esas trampas que hay por el camino y conseguir llegar hasta el lector. Es un placer poder tener en tus manos eso que tanto te ha costado. Lo malo es si viene envuelto en papel de burbujitas de ese. Personalmente, cuando me enviaron en un paquete hace poco una antología donde participé, me dediqué media hora a explotar las burbujas. No se lo contéis a nadie.
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Y hasta aquí mis prescindibles doce consejos.
Ahora, como diría Gandalf: ¡huid insensatos! ¡Y escribid!
[He recuperado esta columna de El Juntaletras que escribí en su momento, porque... creedme, sigo sin saber cuánto escribí enfadado o muy enfadado y cuánto dije en serio o no].
Creo que las redes sociales equivalen a procrastinación.
ResponderEliminarEs así.
Se supone que son una herramienta para dar a conocer nuestros trabajos, y por eso mismo han de ser secundarias, lo importante es escribir.
Me ha encantado esa lista :)
Y esas imágenes de Robert Downey, el gato (* . *), Jessica Lange y por supuesto It.
Saludos, Ana
EliminarEstoy de acuerdo en lo que dices de las redes sociales. Justamente estaba respondiendo tu comentario mientras lo leía y estaba escribiendo lo mismo que dices. Recordemos algo crucial que has dicho: lo importante es escribir. No olvidemos eso.
Muchísimas gracias por tu comentario (disculpa por no responderte a tiempo), me alegro de que te haya gustado.
Comparto gran parte de lo que planteas.
ResponderEliminarOpino que alguien que intenta ser escritor, o lo es, es alguien que ha disfrutado tanto de la lectura, que quiere aportar algo más a la ficción. Tal vez quiera escribir historias similares pero cambiarles el final. Y a veces es por tropezarse por ficciones que le disgustan, convencido de que puede hacerlo mejor.
Es bueno ser leído, por eso de ser es ser percibido. En cuanto a lo de placer, es relativo cuando las ideas son arduas de desarrollar, es para amargarse. Pero no me gusta darme por vencido, porque el resultado es un pequeño triunfo.
Y estoy pensando en los personajes. Los sueños me han dado ideas interesantes, pero ultimamente se han vuelto tan imperfectos. Me despierto en los momentos más inoportunos.
Huir de las redes sociales, sólo soy blogero y eso me está siendo útil. Tanto que he planteado un personaje llamado Mara Laira, una mujer versatil que se me suele rebelar con frecuencia y que tiene admiradores entre quienes siguen mi blog.
¿Tener fantasías con las mujeres de los medios cuenta como adicción?
Hola, Demiurgo
EliminarComparto lo que dices en tu comentario. Creo que por un lado necesitamos disfrutar de las historias y, por otro, también queremos creerlas. Necesitamos cuentos, novelas, obras de teatro... que nos conmuevan, que nos embarguen, que nos vuelvan locos.
A veces, incluso los sueños imperfectos sirven para crear... Quizás los sueños son eso, chispas para nuestra creatividad.
Y pensar en los personajes... Vaya, llevo dos meses junto a Elsbeth hablando de gente que no existe, pero que cada vez que hablamos de ellos, son un poco más reales.
Muchísimas gracias por tu comentario, un saludo.
Qué entrada tan genial. Creía que sólo yo era tan patética como para decir "mira, mira S.King era igual de pobre que yo, escribió Carrie en el cuarto de la lavadora y mira donde llegó" o "J.K. Rowling fue guardando durante años en una caja lo que escribía y mira ahora". Paralelismo everywhere xD
ResponderEliminar"Encontrarse con otro escritor", parece que sea como encontrar un trébol de cuatro hojas, pero a la media hora, la vanidad acaba por salir a la superficie y mandando al traste una posible y sincera amistad jajaja.
Escribir, leer y que alguien me lea son los grandes placeres de mi vida, me hace la misma ilusión que cuando era pequeña y me traían un juguete nuevo.
No me considero "escritora" al mismo nivel que tú (porque por lo que veo tienes muuucha más experiencia que yo), pero me he sentido muy identificada.
Saludos :)
Saludos, Chari
EliminarHay que confesarlo: todos los juntaletras somos un poco patéticos en algunas de nuestras manías, pero hey, si a cambio escribimos, todo vale la pena y la deuda es saldada. Irónicamente, ambos autores son de esos que siempre traigo a la mente cuando indago en la vida de mis escritores favoritos, junto a otros como Alan Moore o Neil Gaiman...
Encontrarse a otro escritor es uno de esos hechos míticos que cualquier juntaletras ha terminado disfrutando de la misma manera que clavarse astillas en los ojos.
Y sí, escribir, leer y que se nos lea son de esos placeres que nunca debemos perder por el camino.
Si escribes y amas escribir, si dejas todo de lado por juntar letras y crear mundos, eres escritora. Que lo sepas. :)
Muchísimas gracias por el comentario, un saludo.
Muy buena entrada Carlos! Ahora que estoy trabajando en la que espero que sea mi primera novela, toda esta clase de datos, información y curiosidades me viene de perlas, ya sea para aprender, mejorar o simplemente motivarme (cosa que considero de vital importancia). Por ejemplo, ahora estoy leyendo Mientras escribo, de Stephen King, y no puedo más que arrodillarme ante ese hombre. Cualquier persona con un mínimo interés por escribir debería admirar a King por sus difíciles comienzos y su inagotable tesón e insistencia.
ResponderEliminarHola, Dr. Gonzo
Eliminar¡Muchas gracias! Espero que esta serie de entradas que suelo colgar los domingos sigan gustándote.
Aprovecho para desearte mucha suerte y ánimo en la escritura de tu primera novela. Es un proceso difícil, pero la clave está en perseverar y acabar todo lo que se empieza.
Sobre Mientras escribo, es uno de mis libros favoritos, creo que todos nos sentimos identificados con su esfuerzo y creo que nos enseña bastante. Recomendarte también, si te gusta la obra de este autor, El zen en el arte de escribir: http://makingofezine.com/2014/01/16/el-zen-en-el-arte-de-escribir-la-pasion-de-bradbury-por-ser-escritor/ En ese link, hablé de él.
Muchísimas gracias por el comentario, un saludo.