Reto Yo escribo (7): El mundo editorial (o ¿qué hace un libro como tú en un lugar como este?)


7. ¿Creéis en la ética de las editoriales para con los autores? Os invito a hablar de vuestros miedos, de vuestras aspiraciones, de cómo sería vuestra editorial ideal, qué es lo que NO debería hacer una editorial con vuestro manuscrito y de lo bien o mal que os han tratado en tales editoriales.


A continuación, los pensamientos de un tipo de veinte años que ha editado solamente tres veces con editoriales y cuyas ideas vienen más de experiencias ajenas, estudios y charlas que otra cosa. Pueden cambiar de canal. No olviden la publicidad. Advertidos quedan, este tipo también juega a veces a la Playstation, escucha a Massive Attack y piensa en qué debe escribir. Un peligro, vaya.




Mmmmm…. El mundo editorial ¿eh? Difícil hablar de este hábitat lleno de presas y depredadores. A veces parece un escenario digno de Juego de Tronos, donde matas o mueres… pero eso es lo que veo por lo que comentan muchos. En la vida real, he participado en cuatro antologías (una de ellas compuesta de tres libros, ¡así que en realidad son seis!) y en ningún caso he jugado a algo que no quería, ni siquiera a una partida del Injustice. Se publicaron mis textos, supongo que alguien los leyó, soy feliz. Seguí con mi vida, seguí escribiendo. Ningún trauma. Sonará raro, pero sé de mucha gente con experiencias traumáticas por esto: que si el editor me prometió esto, que si no me convertí en una superestrella, que si todos son muy malos… Todo eso.
Pero hagamos caso a la pregunta: ¿creo en la ética de las editoriales con los autores? Sinceramente, solamente creo en Gotham City (leed El Largo Halloween) y en Hydra (¿aún no habéis visto El Soldado de Invierno?)… No, ahora en serio, son solamente dos referencias. Es muy complicado confiar o desconfiar de todas las editoriales, llevaría demasiado tiempo poner la cara de sospecha del perro de Los Simpson. Creo que es minimizar un campo demasiado amplio. Creo que hay que ser sensato e intentar aprender cómo se mueve todo antes de que sea demasiado tarde y acabes por los suelos. Supervivencia del homo superior.



Durante parte de tus primeros años como escritor supongo que todos sentimos esa necesidad imperiosa de publicar y sentir que alguien más confía en nosotros, que no estamos perdiendo el tiempo. Seguramente incluso piensas que evolucionarás en una noble criatura con superpoderes por ver tu nombre impreso. En líneas generales, eres un pringado, aunque te comprendo.
Lo bueno de que te publiquen es que puedes usarlo para que te sigan publicando y te sigan leyendo, tener lo que se llama curriculum literario que es como decir: “hey tío, he publicado antes con otra gente, puedes fiarte de mí”. Incluso tal vez, si publicas y todo marcha bien, algún día cobrarás (sí, señoras y señores, sorpréndanse).
Fuente.
Pero puntualicemos algo. Los escritores que me suelen caer bien (o menos mal), los que siento que se parecen algo más a mí, son esos que escriben para ser leídos, no para convertirse en famosos. Creo que escribir para ser un multimillonario playboy o una duquesa billonetis es como soplar para mover la luna: lo intentarás y cuando salga el sol, pensarás que quizás lo has conseguido, pero solamente te engañas a ti mismo. En realidad, escribes para sentirte satisfecho, compartir historias, que te lean… Si quieres ser rico, aprende de la basura que escupe esta sociedad y hazte un famosillo del tres al cuarto al que le pagarán más por pasar una semana en un reality show de vísceras pecaminosas que a ti por ganar un premio literario prestigioso (por el que te fundirán los impuestos, por cierto).
No me toméis ahora por un anarcapunk. Por desgracia, creo que los mayores rasgos que tuve de esa etapa pasaron bajo la brisa de los años. Por tanto, lejos de metáforas y momentos dulces, solamente puedo decir una cosa y es que me gustaría cobrar por lo que hago. ¿Está mal que un escritor cobre un sueldo? Visto el panorama, parece que sí. Recientemente, leí incluso a un tipo que defendía que los artistas no debían cobrar y la cultura debía ser gratis. Como sabéis yo soy un defensor de la cultura, a un precio razonable o gratis si se precisa, pero ese gesto de desdén me recuerda a esa gente que te dice:
—Búscate un trabajo de verdad.


Esto es depresivo.
Esa clase de personas suele darme escalofríos cuando no arcadas. Para ellos, dibujar, hacer música, escribir… es un trabajo para vagos. Ni siquiera un trabajo. Para ellos, no tienes que cobrar por nada.
Supongo que hasta que nuestra sociedad capitalista no vuele en pedazos, ese tema de “no cobrar” sirve de bastante poco. Un escritor, aunque no es un ser humano (claro), tiene ciertas necesidades como una casa, un plato de comida, comprar más folios y lápices… Pero estoy divagando.
Regresando al tema en cuestión, considero que el panorama editorial español está siendo absorbido por grandes compañías, conglomerados de comunicación en muchos casos. Hay algunos grupos que resisten las embestidas como pueden, estilo los galos de Astérix, y otros que han desaparecido con la crisis o aprovechan estos para llevar comportamientos faltos de completa ética. ¿El objetivo? Se busca rentabilidad, por supuesto, pero eso lleva a tácticas algo injustas: parece más seguro publicar a un autor de fuera, con éxito, antes que uno español al que no se le ha dado la oportunidad de triunfar.
Siguiendo esta línea del “necesitamos dinero antes que calidad”, se buscan modas que explotar y best sellers rápidos y, a veces, sin contenido (sabéis que no estoy en contra de un buen libro convertido en un fuera de serie). También se utilizan tácticas oscuras como la compra de premios o sacar libros malos para ocupar el espacio que podría tener uno bueno. Sin olvidar ese deseo de una crítica lo más parcial y a favor posible. Incluso creo que a veces se alimentan de lágrimas de bebés e invocan a los dioses infernales.
Creo que este mundillo tampoco ha sabido adaptarse a los nuevos medios y acusan de todo a la piratería cuando algunos libros son endemoniadamente caros, sin ser el Necronomicón. Las librerías, el transporte y los editores se llevan la mayoría de la pasta de cada libro vendido y el autor simplemente una miseria. Esto suele ser así, no digan que no.
De todas formas, supongo que algunas de ellas se portan bien, quieren a sus autores y hacen que todo funcione. Las editoriales con las que he publicado son pequeñas y dos de ellas bastante especializadas en ciencia ficción, pulp, fantasía… Así que parece que surgen alternativas. ¿Quién sabe cómo será esto el día de mañana? Seguramente, alguien con poderes adivinatorios, pero no yo (solo poseo habilidades sobre el vuelo y algo de telequinesis… los sábados por la mañana).
Surge el paradigma de la publicación por Internet, que parece la salvación para algunos. Por ahora escucho cosas buenas de portales como Amazon. Tengo una compañera escritora que ha conseguido publicar allí una novela y ahora ha sacado una con una editorial tradicional. También he leído en otros sitios que se gana más en Amazon que en las editoriales de siempre. A saber. Al menos es algo interesante, como pude ver en este documental recomendado por Ana Nieto en Epidemia sobre el tema de los e-book, Amazon y todo eso, llamado Descatalogados y que me hizo reflexionar bastante. Así que vedlo si queréis aquí y seguimos hablando.
Y ahora, las reflexiones finales... Fuente.
En cuanto a mis miedos para con las editoriales no son terribles. En realidad, ni siquiera los siento. Simplemente quiero que confíen en mí, ganar dinero con ellas y que ellas lo ganen conmigo y así poder seguir dedicándome a lo que me gusta, que es escribir. Por el camino hay que estar muy pendiente de todo para que no te tomen por idiota. Cualquier cosa puede pasar, pero si tienes la Varita de Sáuco no, entonces tú atacas primero y se acabó.
Mi mayor aspiración dentro de esto, como veis, es poder seguir escribiendo y no morir en la indigencia, encontrando a gente que le guste lo que haga y seguir aprendiendo y disfrutando de la literatura. Nada más. Os dejo a vosotros la mansión gótica en la colina y el lamborghini murciélago. Soy generoso con las cosas que no poseo, como veis.
Por tanto busco una editorial ideal que es aquella donde mis textos encuentren cabida, los cuiden, podamos darle una buena distribución y una buena difusión, y que además me paguen por ello. Lo siento si suena idealista pero ¡es que hablamos de una editorial ideal!
¿Me ha hecho alguna editorial algo malo? De las publicadas siento que no. De las que no me han publicado siento que al menos podrían haberme enviado un correo o una carta diciéndome: “contigo no, Cosa del Pantano”. Pero nada. Creo que el silencio a veces es más doloroso que el “no”, al menos para mí. Supongo que en la ausencia de ruido habrá gente que se conformará y dirá: “quizás el manuscrito se extravió. Seguiré”. En fin, que ardan todos.
Por último, pienso (y me subo a la colina y pregono, blablablá) que estamos en un panorama de cambios. No sabemos el futuro del mundo literario y editorial en unos años. La comunicación cambia con Internet y otros temas en auge. ¿Cómo puede dar estos beneficios, además monetarios? ¿Pueden surgir grandes escritores? ¿Todos los juntaletras se sintieron así cuando surgió la imprenta? No lo sé, simplemente vivimos una época de transformación. Podemos asustarnos o sentir que es apasionante y participar, ver qué pasa.
Yo por ahora escribo. A ver qué ocurre.
¡A escribir así! Fuente.

4 comentarios:

  1. A mí también me gustaría dedicarme a esto de la literatura y ganarme unas perras escribiendo, y aunque sé que es difícil, siento que uno tiene que luchar por sus sueños. Intentarlo, como mínimo.
    He escrito toda una antología de relatos, pero me dijeron que eso no tiene gancho para las editoriales (sentí haber perdido el tiempo de una forma brutal), así que me recomendaron que me tomase dicha antología como un "entrenamiento", y que ahora me ponga de lleno con una novela. La verdad, me parece bastante lógico.

    El principal problema que le veo a todo esto, además del poco o nulo interés que tienen las editoriales en prestarle atención a un autor novel, es la falta de contactos. Eso sí que creo que es mortal, pero bueno, como he dicho antes, las cosas hay que intentarlas.

    En cuanto a las buenas gentes que piensan que el artista no es un TRABAJADOR, por mí pueden irse todos a la mierda, a ver si allí aprenden a saber de qué coño hablan :)
    Aunque es una mentalidad que creo que muchos tienen enquistada por culpa de los padres y del sistema educativo, quienes nos inculcan que el modelo de buen trabajo es el ser abogado o médico, fijándose únicamente en las ganancias y no en la felicidad.

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    1. Estoy de acuerdo, Dr. Gonzo. Más vale tener sueños y luchar por ellos que pasarse toda la vida viviendo la vida que los otros han planeado para nosotros y preguntándonos qué habría sido de nosotros si hubiéramos cumplido nuestros sueños.

      En cuanto a las antologías, siento cierta pena por cómo el mercado se pone barreras. Si te sirve de consuelo, puedes probar también a publicarla por Amazon y ver cómo funciona. Sobre la novela, sí, lo mejor es entrenar con relatos y luego dar el salto, enseña fórmulas, tiempo y muchas cosas más.

      Sí, hay que buscar contactos, compañeros con los que compartir experiencias... sin caer en el amiguismo que entienden algunos autores que he visto por estos campos. Que si una buena reseña, que si tú me haces un prólogo... Blablablá.

      Estoy de acuerdo en lo que dices sobre la mentalidad y la gente que piensa que los artistas deben trabajar gratis. Ojalá pudiera pegar el comentario ese que leí donde decían que los artistas debían trabajar gratis...

      Muchas gracias por tu comentario. Un saludo. =)

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  2. Lo primero (para que no se me olvide u.u) ¡mil gracias por enlazar Epidemia! ^ ^
    Me alegro de que te gustase el documental, la verdad es que trata temas muy interesantes para los que soñamos con crear mundos.

    No es ningún secreto que para mí el colmo de la felicidad sería poder dedicarme a la escritura de forma profesional, no me interesa ser rica, ni mucho menos, con ganar lo suficiente para vivir tranquilamente y saber que la gente disfruta con lo que escribo sería suficiente.

    Eso sí, lo consiga o no, tengo muy claro que no pienso parar. Adoro escribir, dar vida a través de papel y palabras. En lo peores momentos de mi corta existencia escribir, leer, la música... han sido mi salvación. Cuando me enfrento al dolor suelo encontrar consuelo entre palabras.

    De momento solo he publicado con Kelonia (Historias del dragón) que han sido muy agradables y con Ánima Barda. Pero ¿qué te voy a contar sobre estos últimos? tú mejor que nadie conoces el tacto del látigo de nuestros señores editores ; )

    ¡Buena entrada!

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    Respuestas
    1. Hola, Ana

      Perdona por tardar en responder y no tienes porqué dar las gracias, tu blog es bastante interesante y me ha servido para escribir gran parte de este post.

      El documental creo que me permitió ver un poco más de este mundillo y darme cuenta del asombroso panorama de cambios ante el que estamos. ¿Qué haremos a partir de ahora? Solamente el tiempo nos dirá.

      Como tú, creo en el poder de la escritura para ayudarnos y en el deseo de seguir escribiendo. Algunas veces he pensado en ¿para qué escribo si nadie me lee? No tarde en darme cuenta de que también escribo para mí. El deseo es simple: que la gente me lea como sea, me da igual ser rico. Al fin y al cabo, poca gente se hace rica escribiendo gracias a buenos motivos. El arte hace soportable nuestras existencias.

      Sobre los editores, sí, mi piel sangrante conoce su amor porque yo no me dé a la vagancia y me dedique a escribir. Si es que...

      Muchas gracias por tus palabras.

      Un saludo :)

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