Ayer
me preguntaban por qué empecé a leer cómics (una pregunta que deberíamos hacernos más) e hice memoria. Hace más de diez
años leí mi primer cómic, estaba en sexto de primaria y un amigo me prestó un
tebeo donde Xavier formaba a la segunda Patrulla X para rescatar a la primera.
Adoro esa historia. Por esa época, recuerdo que mi hermana mayor me regaló las
primeras entregas de un coleccionable de clásicos de Spider-Man. Tenía la
extraña idea de que era imposible conseguir tebeos actuales en La Roca a.k.a.
Tenerife, que es donde he nacido. No obstante, al menos tenía cómics, no
nuevos, pero sí con historias que desconocía.
Me
había criado con series y películas de estos personajes, pero nunca olvidaré la
primera vez que me interné en el mundo de Spider-Man. Recuerdo villanos
excéntricos como aquel tipo que parecía un tipo salido de una disco o el
horripilante Carroña. Ya os conté mi gusto por la historia El chico quecoleccionaba Spiderman. Y no, por esa época no me fijaba en que otra de mis
historias favoritas estaba escrita por el mismo autor: Roger Stern.
Un genial John Romita Jr. Me encantaba cómo dibujaba entonces. |
“Nothing
can´t stop the Juggernaut” es uno de esos cómics a los que siempre guardaré
cariño por haber sido de los primeros que leí, pero también por ser uno de esos
tebeos de superhéroes donde sentía que me estaban contando algo importante y
emocionante.
En esta historia, a Juggernaut se le encomienda la misión de
raptar a la vidente inválida Madame Web, ésta ve el futuro y le pide a
Spider-Man que detenga al villano. Nuestro superhéroe, mientras se enfrenta a
no tener un curro y estudiar, acepta luchar contra el destino cual héroe trágico
clásico (no digo nada nuevo si afirmo que para mí los superhéroes son una
mitología). El problema es que Juggernaut es imparable y, bueno, ¿cómo
detendríais a algo que no se puede parar?
Esta
idea se tuvo que quedar en mi mente, porque en la novela actual que estoy
escribiendo he hecho un pequeño homenaje. Lo bueno de que tu
protagonista lea cómics es que seguramente también haya leído Nothing can´t
stop the Juggernaut y pueda mencionarlo. Me gusta que los protagonistas me
hagan favores a veces cuando los escribo. Y esto me ha obligado a releer esta historieta y darme cuenta de que estoy en deuda con muchos de estos cómics que
leí siendo un crío y que luego darían paso a la afición que aún mantengo y comenzó
oficialmente con V de Vendetta en 2007.
Por
tanto, a todos los escritores, creo que nunca debemos subestimar el valor de
las buenas historias y, a todos los lectores, nunca podemos olvidar que siguen
existiendo ideas en grandes cómics como éstos. Me da igual que haya gente que
opine que el mundo del arte es una basura simplona sin ideas, creo que con
historias tan potentes como ésta de Roger Stern se demuestra lo contrario.
Adoro
los cómics.
¡Y
escribir sobre ellos!
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