«Con poder, obtengo victoria, y con victoria mis cadenas se rompen. Pero el poder solo es un medio para alcanzar un fin».
La Venganza de los Sith fue la última película de Star Wars dirigida y escrita por George Lucas. De esa manera, se completaba el círculo abierto en 1977 con Una nueva esperanza. El Episodio III narraba la creación del Imperio Galáctico, la caída de Anakin Skywalker y cómo el Lado Oscuro triunfaba.
Una de las escenas que desencadenaba todo el mal era el encuentro entre Anakin y Palpatine en la Ópera de Coruscant. Con tono sibilante, un siniestro Canciller Supremo le preguntaba a su pupilo, el atormentado elegido, si había escuchado alguna vez la tragedia de Darth Plagueis el Sabio.
El 10 de enero de 2012, casi diez años después del estreno de La Venganza de los Sith, el escritor James Luceno nos contaba esa tragedia a todos nosotros, los espectadores y lectores de una saga muy, muy lejana.
El origen de la amenaza fantasma
Darth Plagueis nos cuenta la historia del maestro de Darth Sidious, futuro emperador de toda la galaxia. Remontándose varios años antes del Episodio I, la novela sirve como perfecta contextualización de la primera de las precuelas. Es más, ganan sentido muchos de los hechos narrados en esta.
En Darth Plagueis vemos cómo el sombrío Lord Sith acaba con su maestro, Darth Tenebrous, cumpliendo así con la regla de dos formada por Darth Bane, según la cual no puede haber más de un maestro y un aprendiz Sith, regla que lleva a que uno traicione al otro y ese odio alimente su poder en el Lado Oscuro de la Fuerza.
Crítica de #StarWars Darth Plagueis de James Luceno, novela que nos narra la historia del maestro del Emperador. Share on XDesde ese momento, Plagueis, cuyo alter ego es el muun Hego Damask, comienza a conspirar para lograr la venganza de los Sith y que estos se impongan ante los Jedi que protegen la República. Para ello, emprende un juego de tronos que llevará a alianzas y enfrentamientos con los seres más poderosos de la galaxia.
Sin embargo, hay una obsesión que devora al Lord Sith y es si podrá lograr la inmortalidad.
«Si aún no deseas matarme, lo desearás antes de que haya terminado contigo. El impulso de matar a tu superior es intrínseco a la naturaleza de nuestra empresa. Mi irrefutable fuerza despierta tu envidia; mi sabiduría estimula tu deseo; mis logros espolean tus ansias. Así ha sido desde hace mil años y así debe de ser hasta que te hayas guiado hasta la igualdad».
El auge de Plagueis
Leí mi primera novela de Star Wars allá por 2006 y era Darth Vader: Señor Oscuro, novela donde James Luceno nos narraba los primeros días del Lord Sith, cuando Skywalker moría y se alzaba la sombra del Sith, bajo el traje maquinal creado por Sidious. Fue una novela extraña y fascinante, y recuerdo muchos de sus momentos como algunos de mis favoritos de la saga, incluso momentos «nimios» como aquel Vader que se tambaleaba por el peso de la armadura; algo tan pequeño, pero que se quedó grabado en mi mente.
Regresar al antiguo Universo Expandido de Star Wars, ahora rebautizado como Legends, y hacerlo de la mano de James Luceno es un placer. Aparte de ser un escritor de fantasía y ciencia ficción, se ha hecho famoso por sus colaboraciones en varias franquicias, como Indiana Jones. En Star Wars ha dejado múltiples obras desde los años ’90 y se ha convertido en uno de los grandes favoritos de los aficionados.
Darth Plagueis fue la consumación de Luceno como autor de Star Wars y, aunque ha vuelto a trabajar en la saga, con obras como Tarkin o Rogue One: Catalizador, puede que nunca haya llegado a brillar tanto como en esta novela dedicada a los Sith que figura en varias de las listas de los mejores libros de Star Wars.
Un sendero de destrucción
La primera mitad de Darth Plagueis es una novela llena de acción donde su protagonista, como una especie de Drácula (que incluso visita un planeta llamado Bedlam, como el psiquiátrico victoriano) nos hace dudar de cuándo es más maléfico. ¿Cuando es un Sith o cuando es el jefe de una corporación bancaria? Mejor no responder.
Lo que sí es interesante es cómo James Luceno replica la estructura de El Padrino de Mario Puzo y otras novelas de género criminal. Plagueis emprende su propia misión de quitar de su camino a sus enemigos, a la vez que profundiza en el misterio de los midiclorianos.
Traiciones, asesinatos, persecuciones, muertes… Todo va tras Plagueis en su búsqueda de convertirse en el Sith que cambie la faz de la galaxia. Y es entonces cuando en su camino se cruza con un joven de Naboo que ha conspirado contra su padre y que busca ante todo el poder… su nombre es Sheev Palpatine, quien llegará a ser el aprendiz de Plagueis.
El origen de Palpatine
La segunda parte de la novela está dedicada al entrenamiento de Palpatine y en su transformación en Darth Sidious. Hay se alcanzan algunos de los episodios más escabrosos e interesantes de la obra: desde la muerte de los padres de Palpatine pasando por su cruento entrenamiento, somos testigos de cómo el Emperador se convierte en la amenaza fantasma augurada en el Episodio I.
En estos capítulos, Luceno aprovecha para verter toda su filosofía con respecto al Lado Oscuro y es interesante descubrir por qué tantos caen en el Lado Oscuro y que supone la Fuerza para un Sith; además de la idea de que quizá cuando un usuario manipula en demasía la Fuerza, logra un efecto rebote y puede que los actos de Sidious y Plagueis fuesen precisamente los que causasen la llegada del Elegido, Anakin Skywalker, como respuesta a sus acciones.
Y es que una cuestión muy interesante del viaje de Plagueis y Sidious es cómo este desemboca en la primera de las precuelas. No solo vemos cómo la República se tambalea con Valorum en el poder, sino cómo la Federación de Comercio se hace fuerte, la llegada de Darth Maul (con alguna discordancia con el canon), un planeta Naboo que se tambalea y el Consejo Jedi permanece ciego ante el auge del Lado Oscuro.
De este modo, Darth Plagueis es un complemento perfecto para la película de Lucas e incluso cubre algunos eventos a la perfección, explicando y ampliando cuestiones que rodean la construcción de una galaxia muy, muy lejana. Y quizá lo hace hasta demasiado, porque uno hubiese deseado que la novela durase quinientas páginas más y no se quedase su segunda parte como una cuestión tan dependiente de los eventos de la película.
El destino
«En Sojourn, las palabras que Plagueis le dedicó para despedirse fueron estas: Recuerda por qué los Sith son más poderosos que los Jedi, Sidious: porque no temen sentir. Nosotros abrazamos el espectro emocional, desde las alturas de la alegría trascendente hasta las profundidades del odio y la desesperación. Sin miedo, le damos la bienvenida a cualquier camino que el lado oscuro nos ponga delante y a cualquier cosa que el destino nos depare».
En 1978 se publica Star Wars: El ojo de la mente de Alan Dean Foster, la primera novela del universo de George Lucas y que se suponía que sería la secuela de Star Wars si jamás llegaba a filmarse una nueva entrega. Sin embargo, eso no ocurrió y tuvimos El Imperio contraataca y El retorno del Jedi. No obstante, El ojo de la mente quedó como una especie de ucronía a la que no hay que darle muchas vueltas por sus consabidas incongruencias.
Sin embargo, desde el 78 se ha publicado mucho sobre Star Wars, con historias realmente buenas y otras realmente… dignas de ser olvidadas. Hemos tenido desde visiones interesantes de una galaxia muy, muy lejana, hasta novelas de fantasía o ciencia ficción a las que se les cambiaba el título y los nombres de los personajes para que encajasen en el mundo de Star Wars. Había una máquina que alimentar.
Puede que Darth Plagueis no tenga una calidad literaria excelsa (o puede que la traducción no logre lo que sí logra Luceno en inglés), pero al menos es una historia interesante, colmada de oscuridad, que la aleja del espíritu aventurero de la saga para centrarse más en el Lado Oscuro y lo que supone para los habitantes de la galaxia. Y es un auténtico disfrute para los fans de Star Wars.
Conclusiones
Toda la obra tiene ecos que resuenan a lo largo de la saga: Plagueis traicionó a su maestro como Palpatine lo traicionará a él o como el propio Vader lo hará, pero no por el poder, sino para restaurar el equilibrio en la Fuerza. Un personaje trágico como Maul empieza a dibujarse en sus actos de esta novela. Los actos de Plagueis conducirán a las Guerras Clon y al final de la República. Y la propia Fuerza revela estos secretos.
Y al final permanece la idea de cómo la obsesión por la inmortalidad y todas las monstruosidades que se cometen para conseguirla nos pueden llevar a protagonizar una tragedia digna de ser contada por un maestro Sith a su futuro aprendiz. Una moraleja que permanece con nosotros desde tiempos inmemoriales.
Sobre la edición, que corre a cargo de Timun Mas antes de que se pasase al lado oscuro de Planeta, es correcta, sin ningún tipo de material extra, aunque con algunas erratas, como un Palpatine que se contesta a sí mismo (cuando era a Plagueis) o alguna «r» que se va de la palabra. Nada grave, pero reseñable, cuando muchos lectores dudan sobre si leer la traducción debido a los problemas que ha habido recientemente con obras como las nuevas ediciones de Crónicas de la Dragonlance.
Darth Plagueis ha sido un buen reencuentro con la saga de Star Wars en las páginas y se merece estar entre las mejores novelas escritas en el universo de Lucas. Como en otras ocasiones, considero que no hay que preocuparse en demasía por si es canon o no, solo hay que disfrutar la obra por lo que es: una historia entretenida sobre la corrupción.
«A través de nosotros, los poderes del caos se arrean y explotan. Las épocas oscuras no surgen así, sin más, Sidious. Los seres iluminados, las inteligencias influyentes manipulan los acontecimientos para provocar una tormenta que otorgará el poder a una élite dispuesta a tomar las decisiones difíciles que la República no se atreve a tomar. Los seres pueden elegir a sus líderes, pero la Fuerza nos ha elegido a nosotros».
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