#WeNeedDiverseBooks? ¡Sí, claro que sí!

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Esta semana conocí la campaña #WeNeedDiverseBooks a través del blog Eleazar writes, donde se refleja un tema que llevo pensando desde hace un par de años, como escritor y lector: la falta diversidad en la literatura, sobre todo, en la dirigida a los más jóvenes.

Para empezar, como ya os he dicho en otras ocasiones, estoy en contra de que se pongan barreras a un mundo que cada vez me parece más pequeño. Una muestra de ello es cómo la gente accede a ramas culturales que anteriormente no podía. Durante una conferencia que tuve hace unas semanas, puse el ejemplo de los doramas. ¿Cuántas personas podían verlos en España hace una década? Creo que muy poca. Hoy, con el auge de las nuevas tecnologías, podemos acceder a la cultura de otros países lejanos sin mucha complicación, lo que demuestra que hay interés por cosas diferentes, nuevas y gratificantes. De ahí que vea como un logro poder ver una película, leer un libro, escuchar música, ver pintura... ya sea de España, Estados Unidos, Francia, Alemania, Corea del Norte, Japón, Iraq... Es decir, de cualquier lugar del mundo. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos y todos creamos.

Una de las denuncias de #WeNeedDiverseBooks. Fuente.

Una campaña necesaria. Fuente

¿Cuál es la problemática entonces? Debemos fijarnos en la literatura y en cómo los prejuicios o la carencia de reflexión lleva a los autores, los editores y los lectores a buscar siempre el mismo tipo de historia con el mismo tipo de protagonistas. Creo que en algún momento, alguien (un iluminado de pocas luces) pensó que el público se sentiría identificado con gente similar a ella en aspecto o condición y no tanto en la historia que se narrase con ellos. Es decir, las editoriales desearon buscar clones de su público potencial y no historias universales protagonizadas por personas que no fuesen parte de ese "público idealizado".

Seamos sinceros, ¿no tiene derecho un chaval a leer la historia de un chico o chica en silla de ruedas? ¿No se pueden contar historias con un protagonista negro o asiático? ¿No se pueden hacer sagas con una protagonista que sea lesbiana? ¿No se puede dar voz a todas esas personas que suelen quedar como secundarios de las grandes historias si es que acaso aparecen?

Más historias que hay que contar. Fuente.

Las editoriales, como siempre, suelen apostar poco por la innovación y el temor a la "polémica" (ni quieren abrir un nuevo mercado para este público poco representado...). Me da igual. Ellas mismas colocan una pesada losa sobre ese cuerpo que poseen, el mismo que ha empezado a pudrirse por su comportamiento conservador y rancio. Adaptarse no consiste en tomar la moda del momento, sino en buscar algo que te permita sobrevivir y eso se consigue buscando buenas historias para todos los posibles lectores.

Fantasía, aceptación y personajes diferentes en una película de gran calidad.
¿Por qué no aprender de ella?
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¿Y qué pasa con los lectores? No creo que la mayoría de ellos dijeran "no quiero leer un libro protagonizado por un ciego" y si lo dijeran es hora de que se les eduque en unos valores que permitan que no se conviertan en unos niñatos aburridos que solo desean el mismo tipo de cuento antes de irse a dormir. De todas formas, creo que existe un público que quiere esas cosas nuevas y aprovechan cuando se les ofrece. Acaso, ¿Bajo la misma estrella no es un libro protagonizado por una pareja con cáncer terminal? ¿Y las películas de Cómo entrenar a tu dragón no tienen como protagonistas a un chaval que le falta una pierna y un dragón con parte de su cola mutilada? ¿Y Una historia casi divertida o Las ventajas de ser un marginado no son dos grandes obras con gran aceptación del público cuyos protagonistas están lejos de ser los típicos niños populares de instituto de serie de televisión rancia? ¿No han sido éxitos? Entonces, ¡¿QUÉ PASA?!

Pues, por fortuna, los lectores con más posibilidades y más ávidos (los hay) buscan todo esto en otros sitios, como por ejemplo Amazon o Wattpad, y muchas veces lo encuentran. Recordemos que porque una editorial deje de vender, no quiere decir que el público (y más con los medios de ahora) no lea.

Las minorías no son estereotipos. Fuente.

¿Y qué podemos hacer los juntaletras, que también somos lectores al fin y al cabo? ¿Qué podemos hacer para que haya libros más diversos? Para empezar, movernos y dejarnos de chorradas. ¿Por qué hay tanto miedo y autocensura en el mundo literario? Conozco a muchos creadores que no se atreven a meter cierta temática en su obra porque temen que no se venda. No. Un escritor no debe temer que su obra no se venda, debe temer sobre todo que su obra no sea buena. Escribimos para nosotros y para aquellos que puedan conmoverse con ello, no para hacernos ricos, famosos o célebres. Debemos desear obtener la mejor historia, sin ningún tipo de traba. ¿Por qué vas a hacer que tu protagonista sea una chica que tenga que elegir entre dos chicos como siempre, pese a que uno sea un vampiro mamut y el otro sea una momia de agua? ¿Por qué utilizar elementos fantásticos y después olvidar que también existen gays, lesbianas y docenas de colectivos que pocas veces encuentran personajes que no sean burdos estereotipos?

Otro motivo para libros diferentes. Fuente.

Debemos hacer lo que nuestra creación desee y si es contar una historia sobre una chica con anorexia, por ejemplo, hay que hacerlo. Tenemos que cobrar conciencia de todas las cosas que hay mal en este mundo e intentar cambiarlas como los prejuicios, el racismo y la discriminación. Si somos escritores, debemos escribir con esa libertad, con ese deseo de que nuestro arte pueda llegar a todo el mundo y que nuestros personajes no sean muñequitos comprados siempre bajo la misma maldita pauta.

Siguiendo este tema (y queriendo imaginar que no estaba solo ni que esto fuese un monologo), pregunté en las redes sociales y estas son algunas de las respuestas:

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Víktor Valles: Creo que el autor pone mucho de sí en sus obras. Y eso es lo que hace que, tal vez, no aparezcan reflejados ciertos sectores sociales.
Seguramente, un afroamericano preferirá escribir sobre un protagonista de color o un homosexual preferirá atreverse a escribir sobre la historia de un gay o una lesbiana.
También los sellos hacen mucho. Aunque no sean los más reconocidos, existen sellos editoriales que publican, exclusivamente, libros de temática homosexual.
A mí no me parece mal que se publiquen libros donde el protagonista es de cualquier raza, homosexual o discapacitado. Al contrario, creo que en muchas ocasiones son de verdadera ayuda (socialmente hablando).
Recuerdo, por ejemplo, que en una entrevista a Luis Merlo (el actor que hacía de gay en Aquí no hay quien viva) decía que mucha gente le había parado por la calle para decirle "Gracias a tu papel en la serie, mi madre ahora me comprende".

Hitos Rodríguez: Yo tengo pendiente escribir sobre una chavala asexual con tendencias pirómanas. No es negra, pero por algo hay que empezar. 

Pedro De Mercader: En mi modesta opinión, la cuestión racial depende de cuatro factores: 

1. De las ideas del escritor, si el escritor es racista, probablemente si utiliza personajes de otra raza a la suya, será para ridiculizarlos. Lo mismo se puede decir si es progay/homofobo. 

2. Del público al que se dirija la obra. 

3. De las intenciones de la editorial, si vende más que un personaje tenga unas determinadas características, pues a tenerlas. 

4. La decisión de si es homosexual o hetero, asíatico o congoleño, supongo, que debe tener un sentido, una razón de ser dentro de la historia, no debería ser una decisión tomada al azar. Si no es así, tendemos a escoger lo que conocemos, y la gran mayoría de los europeos/occidentales somos blancos y heteros, con lo cual nos es más fácil identificarnos con ellos. Sobre el tema, creo que hay más diversidad. El cuestión es que estamos en una cultura occidental, y esos valores tradicionales están ahí, a pesar de que el mundo tienda a ser cada vez más multicultural y globalizado. Supongo que lo mismo pasará en otras culturas, que tendrán sus personajes tipo, de una determinada raza y demás.Sin embargo, creo que esa mezcolanza provocada por nuestro mundo globalizado, cambiará a la larga estas cuestiones. 

Dicho esto, no creo que sea nada positivo ni negativo eso, es cuestión de las sociedades en las que nos hemos movido el hombre, y lo que conoce o desconoce el autor que lo escribe. El arte siempre es reflejo de la realidad y de la vida.

El valor de las buenas historias ante todo. Fuente.

Hablando de mi experiencia, me di cuenta de todo esto en 2010 o 2011, porque la mayoría de mis protagonistas solían ser personajes masculinos y casi nunca chicas. Desde entonces, he convertido a varias chicas en protagonistas de mi historias. Al menos me percaté de que solía incluir personajes homosexuales, discapacitados, de otras razas... en estas historias.

Siguiendo con este tema, no dudé, a partir de ese momento, en incluir personajes de diferentes razas en estas historias (en Hollow Hallows, la más reciente, está Caroline o la propia Dawn, que no son las típicas chicas de todas las historias). Tampoco he dudado en hacer que una de las protagonistas de otra de mis historias fuera bisexual. No me "corté" al tomar la decisión de que una historia que por ahora se llama Times like these estuviese protagonizada por tres suicidas en potencia.

Creo que se puede explorar a unos personajes fascinantes y diferentes con ellos y hacer que el público, sea cual sea, pueda conmoverse con ellos y nuestras historias.

Por tanto, #WeNeedDiverseBooks me parece una campaña donde editoriales, lectores y escritores tenemos mucho que decir y, sobre todo, leer y escribir.

Pero ¿y vosotros? ¿Qué opináis?