Póster de El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo. Fuente. |
“El mundo ha cambiado. lo siento en el agua. Lo siento en la tierra. Lo huelo en el aire. Mucho se perdió entonces, pero nadie vive ahora para recordarlo”. Galadriel.
¿Cómo se adapta lo inadaptable? El director Peter Jackson dio una lección sobre cómo hacerlo en 2001, con el estreno de La Comunidad del Anillo, la primera de las tres películas que formarían una saga que se ha guardado en la retina del espectador y se ha convertido, sin duda, en una de las grandes sagas de la historia del séptimo arte.
La Comunidad del Anillo tiene uno de los inicios más poderosos de cualquier saga de los últimos años. La voz mágica de Galadriel (Cate Blanchette, con voz de Nuria Mediavilla en España) nos sumerge en un mundo nuevo y, en apenas unos minutos, se nos narra en el prólogo parte de la historia de la Tierra Media y el peligro que supone Sauron el Señor Oscuro. La gran batalla de la Segunda Edad, que se ve solo durante unos instantes, es una declaración de intenciones: estamos ante una película épica, hermosa y poderosa.
Cada fotograma de la película emana cariño y respeto a la obra de J.R.R. Tolkien de la que parte. Es una adaptación cinematográfica satisfactoria, respetuosa con el espíritu de El Señor de los Anillos. A un espectador con la mente abierta, no le importa, por ejemplo, que no aparezca un personaje como Tom Bombadil, al que se planeó darle un cameo (es la primera parte de La Comunidad del Anillo la que más se modifica para llegar lo antes posible a Rivendel, el fragmento de la película que nos introduce de lleno en la aventura).
Un Anillo para gobernarlos a todos. Fuente. |
Peter Jackson, que ya había demostrado su maestría con Criaturas celestiales, decide impregnar de magia y sentimiento cada escena de la película. Podemos divertirnos en Hobbiton, asustarnos con la persecución de los Jinetes del Anillo y su batalla en la Cima de los Vientos, ponernos nerviosos durante la persecución de los Jinetes a Arwen (con mayor presencia en los films que en los libros) cuando lleva al moribundo Frodo consigo, sentimos la épica en el Concilio, el peligro durante el pasaje de las montañas, el miedo y la lucha en Moria (espectacular), la tristeza en Lothlorien (la tentación de Galadriel, el diálogo entre Boromir y Aragorn lleno de melancolía), quedarnos con la boca abierta cuando vemos a los Argonath, la congoja y la esperanza al final de la película cuando se quiebra la compañía… Peter Jackson, quien se guardó un cameo en Bree, demostraba así ser un gran director y crear una de las películas más majestuosas de los últimos años, tan disfrutable ahora, hace más de una década.
Hay que aplaudir a Jackson y su equipo por llevar a cabo un proyecto de esta envergadura, en el que ya en el primer día hubo un herido (un doble). Cada espectador debería pensar en todo lo que costó llevar a cabo estas películas, rodadas simultáneamente, y donde resulta casi un milagro que pudiese conseguirse con éxito (proyectos más pequeños han caído).
Los Argonath. Fuente. |
Sin embargo, no todo se basa en la grandeza de los efectos especiales o los escenarios, sino también en el guion de Peter Jackson, Fran Walsh y Philipa Boyens nos traslada a la Tierra Media. Puede que partes se pierdan, como el quinto hobbit que dio marcha atrás, la lucha en el Túmulo, Tom Bombadil… Pero debemos comprender que estamos ante una película de tres horas, más aún en la versión extendida (y que no se hace larga en ninguna de las versiones, he de decir).
Hay muchos cambios para bien, cosas que en la novela funcionan y el cine, por ser simplemente otro medio, no acababan de funcionar si no se hubieran adaptado. De ahí aciertos como que Gandalf y su cautiverio en Orthac ocurran en paralelo y no se cuente durante la escena del Concilio de Elrond, como ocurre en el libro, y que se habría vuelto eterna.
Y además, personalmente, ¿hay alguna película de la que me acuerde de tantas frases? Puede, pero esta trilogía es sin duda una de las más recientes de las que albergo todo un arsenal de frases que se quedan grabadas. Por algo será.
La Comunidad del Anillo. Fuente. |
La Comunidad, enemigos y aliados
Uno de los grandes aciertos de La Comunidad del Anillo es que todos los actores parecen nacidos para interpretar a sus personajes. Comencemos por los más pequeños y los más importantes. Los hobbits consiguen ser tan afables como en los libros. Elijah Wood quizás no es del todo el Frodo de las novelas, aunque su interpretación va in crescendo a lo largo de la trilogía. Por su parte, Sean Astin cumple desde esta primera película como Sam, el sirviente que ayudará a Frodo durante todo su largo y arduo viaje, aunque sea bastante poco aventurero. Por su parte, también están Dominic Monaghan (antes de Perdidos) como Merry y Billy Boyd como Pippin, dos Medianos que irán defendiendo su puesto en los libros y en las películas a medida que pasan las páginas. Todos ellos emprenden un viaje que les cambiará para siempre y ahí radica parte de lo bueno de la trilogía: trata sobre gente pequeña destinada a hacer grandes cosas.
Gandalf el Gris, el genial Ian McKellen. Fuente. |
Los magos sobresalen. Gandalf el Gris parece arrancado de las páginas, con un fantástico (nunca mejor dicho) Sir Ian McKellen que conseguiría ser reconocido en el cine, pese a sus otras grandes interpretaciones en Dioses y monstruos o Verano de corrupción. Hallamos a un Gandalf sabio y venerable, cuya caída en Moria nos emociona hasta rayarnos los ojos. En su día, se pensó en Tom Baker, el Cuarto Doctor de Doctor Who pero declinó a favor de la bochornosa Dragones y Mazmorras y resulta cuanto menos irónico que en El Hobbit, sea Sylvester McCoy (el Séptimo Doctor) el encargado de dar vida a otro mago, Radagast el Pardo. El contrapunto de Gandalf el Gris es Saruman el Blanco, encarnado por un estupendo Christopher Lee, el único actor que conoció a J.R.R. Tolkien y quien, por problemas de edad, rechazó el papel de Gandalf, pero aceptó el rol del Decano de los Istari. Es así como este actor tan dado a los villanos hace gala aquí de un mago caído en la oscuridad, con una voz tronadora.
No podemos dejar de lado a Aragorn y Boromir. Los dos humanos que demuestran que somos capaces de lo mejor y lo peor. Mortensen encarna al noble Aragorn, recto y firme, pese a estar atormentado por el pasado de su linaje y damos gracias de que fuera él el elegido debido al despido en el último momento de Stuart Townsend (aunque antes Daniel Day-Lewis lo rechazaría). Mientras, el Boromir de un excelente Sean Bean representa al personaje trágico: todo lo que quiere puede perderlo por la condena de los hombres, que ansían por encima de todo el poder.
Aragorn se enfrenta al nazgûl. Fuente. |
En un papel más secundario, pero crucial, nos encontramos con John Rhys-Davies como un Gimli más dado al lado cómico que en los libros y un Orlando Bloom que estuvo a punto de ser Faramir y que, finalmente, logra que el elfo Legolas no parezca de este mundo. A lo largo de la saga, el enano y el elfo se harán amigos e irán desarrollando mucho más la trama, como también lo hace en los libros.
No podemos obviar la mención aquí a otros secundarios: Cate Blanchett como la misteriosa elfa Galadriel (de la que nunca se dice que es abuela de Arwen, como en los libros), Hugo Weaving como el sabio Elrond (aunque también se barajó a David Bowie), Ian Holm como un Bilbo mayor (él dio voz a Frodo en la versión radiofónica de El Señor de los Anillos en 1981) y Liv Tyler como la hermosa Arwen (más presente que en la saga literaria).
Este reparto, sumado a la cantidad de extras como los que dieron vida a los orcos y Uruk-Hai por ejemplo, hacen de La Comunidad del Anillo todo un regalo tanto para los fans como para los que nunca habían leído la obra.
Todos ellos tuvieron que representar y hacer real un mundo tan fantástico y querido como es la Tierra Media. Lo consiguieron.
El malvado Lurtz. Fuente. |
Dando vida a la Tierra Media
J.R.R. Tolkien consiguió crear una Tierra Media creíble y llena de culturas e historia tras cada recoveco. Peter Jackson debía trasladar todo ese detalle a la gran pantalla sin llegar a aburrir. Una ardua tarea, sin duda, que conseguiría llevarse a cabo por el amor que todos los creadores de las películas tenían hacia la obra original.
La ayuda de los ilustradores Alan Lee y John Howe fue fundamental. Ambos eran célebres por sus ilustraciones del mundo de Tolkien. Ellos fueron los elegidos para diseñar gran parte de los escenarios de la película y crear esa Tierra Media, que tomase tanto de las novelas.
El Paso de Caradhras. Fuente. |
A estos artistas se añaden los paisajes de Nueva Zelanda, la auténtica Tierra Media, la que muchos nos imaginamos mientras leíamos los libros. Tolkien se imaginaba este mundo como su propia Inglaterra, pero tras años de la industria que tan poco le gustaban (y plasmaría con los orcos), Albión no parecía del todo digna de ser el escenario de El Señor de los Anillos.
Por su parte, los efectos especiales sirven en la película para llevarnos a ese mundo, crear trolls y demás, puede que envejezcan, pero siempre han estado al servicio de lo más importa: la historia y es una historia inmortal, porque trata sobre cada uno de nosotros.
Puede que nunca se vuelva a ver tanto esfuerzo en una película de este nivel. Dudamos de que se puedan volver a construir ciudades, maquetas, monstruos, armas y demás como se hizo para esta trilogía, de la cual La Comunidad del Anillo fue su carta de presentación. Pocas películas desde entonces han demostrado ese cariño hacia la fuente original y hacia la forma de traerla al mundo real. Muy pocas.
La música de Howard Shore, basándose en Wagner (no olvidemos El anillo de los Nibelungos y su influencia en Tolkien), se convierte en una de esas composiciones inolvidables. Temas como Concerning hobbits, The bridge of Khazad Dum, Lothlorien, The Breaking of Fellowship… Hacen que las melodías que rodean La Comunidad del Anillo sean espectaculares e inolvidables, no solo a la hora de la música, sino al respeto de la obra incluyendo el nombre de pasajes del libro o siendo cantada alguna estrofa en alguno de los idiomas creados por Tolkien. No podemos ignorar el trabajo de Enya en la realización de su May it be.
El final de la película es otro acierto. Un final devastador, pero con atisbo de esperanza que nos recuerdan al desenlace de El Imperio contraataca, y otro punto de Jackson y sus guionistas por terminar incluyendo el primer capítulo de Las Dos Torres donde muere Boromir. Así se consigue un desenlace realmente épico.
En la versión extendida de La Comunidad del Anillo se profundiza aún más en la Tierra Media y se incluyen escenas memorables de las novelas, como la visión de los elfos en el bosque yendo a los Puertos Grises (metáfora del destino de Frodo) o la entrega de regalos de Galadriel. Una muestra más del cariño y el empeño que hubo tras esta cinta cinematográfica.
La Comunidad del Anillo es el primer paso de un viaje, que pasa de la inocencia a la oscuridad con rapidez. Hay más tinieblas en el horizonte, pero nosotros debemos acompañar a estos personajes hasta el Monte del Destino a destruir el Anillo. Nos quedan dos películas para ello. Imprescindible.
“¿Lástima? La lástima fue lo que frenó la mano de Bilbo. muchos vivos merecerían la muerte, y algunos que mueren merecen la vida. ¿podrías dársela tú, Frodo? No seas ligero a la hora de repartir muerte o juicio, ni los más sabios pueden discernir esos extremos. el corazón me dice que Gollum tiene aún un papel que cumplir, para bien o para mal, antes de que todo esto acabe. La compasión de Bilbo podría regir el destino de muchos”- Gandalf.
Apalaudo esta pedazo de critica que has hecho. Es para enviársela a Jackson y que te envíe un Gollum o algo...
ResponderEliminarHe aprendido algún que otro dato que desconocía, muchas gracias. Totalmente de acuerdo contigo, le tengo mucho cariño a esta peli... Amplió en parte mi mundo y mi cultura... Me has dado ganas de verla, ¡maldito! Obra maestra, Tolkien estaría orgulloso...
Hola, Pedro
Eliminarjaja Muchas gracias, ojalá. ¿Quién no quiere tener a un Gollum por su casa? jeje
No sé si Tolkien estaría orgulloso, espero que sí, pero creo que muchos fans podemos estarlo. Sobre los datos que desconocías, eso me había propuesto, que esta crítica no fuera solo mi opinión, sino que sirviese para descubrir cosillas nuevas.
Muchas gracias por tu comentario, un saludo.
obra maestra. y lo dice alguien que aun no ha leido el libro. pero sus valores cinematograficos permiten que pueda ser disfrutada solo como una (grandisima) pelicula. de esas que, al menos en mi caso, cuanto mas se ven, mas gustan. y las otras dos que continuan esta maravillosa historia son igual de estupendas... e incluso mejores, que diablos.
ResponderEliminargran critica ;)
Hola, dr. indy
EliminarEstoy de acuerdo contigo. Defiendo que las adaptaciones puedan verse sin haber leído el material del que se parte, pero pudiendo ser complementarios ambos materiales.
Disculpas por no haber podido comentar por tu especial ni responderte al comentario antes, pero he estado liado. En unos minutos espero arreglarlo y sumarme con la nueva cuenta como seguidor de tu blog.
Un saludo y mil gracias.
He disfrutado mucho con la crítica, felicidades. Cada vez que veo estas películas (mis favoritas) pienso en todo el increíble trabajo que hay detrás, que se observa en cada mínimo detalle.
ResponderEliminarEs verdad que tiene frases inolvidables ("lo único podemos decidir es que hacer con el tiempo que se nos ha dado"), y otras muchas, la he visto tantas veces que me sé el prólogo de memoria ^^
Los actores no podrían haber sido más idóneos, Frodo me encanta, consigue transmitirme lo que vive ese personaje como si estuviera en su piel.
¡Inolvidables películas!
Completamente de acuerdo contigo Naheshai. Me alegro de que te haya gustado la crítica. Si dentro de unos meses todo va bien, antes del estreno de la segunda parte de El Hobbit, habrá reseña de Las Dos Torres.
EliminarMuchas gracias, un saludo.
Ver películas del Señor de los anillos siempre es divertido, están muy bien hechas y son películas que te siguen sorprendiendo igual que la primera vez. Las dos torres, es mi favorita por todos estos obstáculos que tienen que enfrentar y obviamente por el regreso de Gandalf.
ResponderEliminarMe alegro y qué bien has puesto el hipervínculo, ¿eh? :)
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