¿Por qué tenemos que aceptar al monstruo? Clive Barker al habla...

"La mayor parte de la ficción de terror trata sobre apartar al monstruo, sobre el rechazo de lo extraño, el rechazo de lo marginal. El vampiro acaba con una estaca, la momia vuelve al polvo... El monstruo, lo que es sobrehumano, subhumano, inhumano, está jodido, de verdad. [...] No escribo ese tipo de ficción. Escribo el tipo de ficción donde tienes que hacer las paces con el monstruo, de una forma u otra. [...] Es la antítesis, en muchos sentidos, de la ficción de Stephen King en la que el monstruo es purgado y destruido y el statu quo, aunque puede que haya cambiado, que la gente puede que esté muerta, sin embargo, se restablecerá de manera sustancial. [...] En el terror se puede hablar de la muerte o la pérdida de seres queridos. [...] No podemos apartar eso de nuestras vidas. En el mejor de los casos, puedes fingir que no está ahí, pero no puedes negarlo totalmente, eso sería una enfermedad. Y creo que el terror es una forma de abordar esos problemas y, perversamente, quizá, de disfrutar de una confrontación directa con ellos. Creo que estoy escribiendo un nuevo gótico: mis personajes tienden a ser marginados, extraños, locos, visionarios muy sexualizados. [...] De hecho, creo que el horror antigótico, lo que yo llamaría horror burgués, es el tipo de horror que está firmemente arraigado en la familia [...] Los personajes en películas como Poltergeist son el Señor y la Señora Normal y su respuesta a los monstruos es: "¡Sal de aquí!" No quieren entenderlos; no quieren relacionarse con ellos, solo quieren matarlos. O si no pueden matarlos, al menos exorcizarlos. Los monstruos representan fuerzas que son subversivas a su statu quo. Ahora, los personajes de mi ficción son a menudo soñadores, personas perdidas, personas que no están muy a gusto con la burguesía, lo doméstico. Y puede haber muchas razones para eso. Ese es uno de los motivos por los que hay muchas protagonistas femeninas en mi ficción, porque muchas mujeres están enojadas con el statu quo de alguna manera".
Si me seguís en mis redes sociales, sabréis que llevo desde hace unos meses "obsesionado" con Clive Barker. Aparte de estar leyendo sus libros y viendo sus películas (incluso las malas con las que ya nada tiene que ver), me suelo pasar por su web donde descubro declaraciones como esta que hizo en 1987. Sigo admirando a Stephen King (la pulla de Barker me parece interesante y tengo ejemplos a favor y en contra) como sabréis, pero la visión del monstruo que tiene Clive Barker me apasiona y creo que encaja con mi visión del mundo, así que casi la he adoptado en todo lo que estoy escribiendo en estos momentos. 

Dicen que el terror es trangresor, pero creo también que es bastante conservador, un protector del statu quo que cita Barker: las familias no pueden romperse, no puede haber sexo antes del matrimonio, no se puede ser inmortal, no se puede utilizar la ciencia para desafiar a Dios, Dios claro que existe, el demonio está ahí, si haces algo que va contra las normas lo pagarás... Pienso que las ideas de Barker ayudan al terror a evolucionar. Estas declaraciones no son nuevas, son de 1987 como dije antes, y creo que él es un escritor que ha intentado llevar a cabo estas ideas en todos sus trabajos frente a otros que han apostado por una versión más tradicional (tampoco creo que sea erróneo). Es una pena que la perspectiva del escritor inglés no esté más extendida, eso sí. Opino que el género nos hubiese dado obras más interesantes o, al menos, con formas de ver el mundo distintas y más alejadas de los clichés y los estereotipos (recordemos como en Cabal o Razas de noche era, en realidad, un canto a favor del monstruo y en contra de los humanos como el doctor Decker, encarnado por David Cronenberg, que de monstruos sabe mucho).

Y ahora, hablemos de este señor... Fuente.

Lo prohibido

Barker puede resultar muy moderno en sus planteamientos, aunque se hermanen con muchos autores clásicos. Por ejemplo, sus villanos resultan tan llamativos, porque, aunque muchos sean repulsivos, luego hay otros que tienen una clase y un porte que evocan a nobles aristócratas y formas de hablar que nos llevan a pensar en poetas. Son fascinantes. Sí, pueden ir rollo sadomaso en ocasiones o ir en las películas como proxenetas de los setenta, pero su forma de hablar resulta cautivadora. Pongamos el caso de Candyman, que tanto en el cuento de Lo prohibido (incluido en Libros de Sangre. como la película de los '90, corteja a Helen, la protagonista, hablando sobre cómo la va a matar y va a hacer que su sufrimiento haga que las parejas se acurruquen y muchos se conviertan en seguidores de la leyenda urbana que nacerá de este hecho. Clive Barker, eres un romántico. Y puede que lo sea no en el sentido ñoño, sino en el literario, en el de Byron, Shelley y compañía, aunque lejos de su estilo más burgués, se acercaría más a Mary Shelley y su piedad por el monstruo que algunos autores, incluso sin querer, como Gautier o Le Fanu mostraron por sus criaturas. 

¿Que Candyman es descendiente de un negro que ha logrado riqueza, se convirtió en pintor, se enamoró la hija de un terrateniente blanco y los blancos decidieron torturarlo, cortarle la mano y ponerle un enjambre de abejas en la cara, con miel, mientras lo destrozaban? Sí, es un personaje trágico. ¿Que es un psicópata con un garfio, que mata a todo el que pilla de la forma más cruel cuando alguien lo convoca diciendo cinco veces "candyman" delante de un espejo? También. Que, por cierto, muchos de estos detalles de su mitología fueron añadidos en la película, no aparecen en el relato.
"No te lo voy a imponer contestó él, como un perfecto caballero. No voy a obligarte a morir. Pero piensa, piensa. Si te mato aquí... si te abro... Trazó la línea de la herida prometida con el garfio. Esta iba desde la entrepierna hasta el cuello. Piensa cómo marcarían este lugar con sus conversaciones... cómo lo señalarían al pasar y dirían: "Ella murió allí; la mujer de los ojos verdes". Tu muerte sería una parábola con la que asustar a los niños. Los amantes la usarían como excusa para abrazarse aún con más fuerza.
Helen había estado en lo cierto: aquello era una seducción.
¿Cuándo fue tan fácil conseguir la fama?

La confrontación de Eros y Tánatos aparece casi siempre en el terror y en el arte en general. Apreciemos cómo en el fragmento citado del cuento, Helen deja claro que el monstruo la intenta seducir. Si añadimos la nota sobre una herida y de dónde a dónde va, contemplamos más claramente por dónde van los tiros y cómo Lo prohibido recoge la filosofía de Barker, filosofía que se extiende con otras citas como:
"Sé mi víctima".
"Dije que no te obligaría a morir y cumpliré mi palabra. Pero permíteme al menos un beso...".

Es curioso, por cierto, que Candyman quisiera enamorar a una descendiente de su amada, porque un mes después se estrenó Drácula de Bram Stoker que tiene la misma idea que no aparece en la novela. ¿Una copió a la otra? Qué va, más bien ambas copiaron a un tercero o tomaron parte de esa historia única y común que todos tenemos. Seguramente, ambas se alimenten de, por ejemplo, La Momia de la Universal, que contenía esa idea que, a su vez, proviene de relatos clásicos, pero no deja de ser curioso que Candyman y Drácula sean dos románticos en una época de slashers banales.
 
En definitiva, como habréis visto en este comentario, considero que el terror puede evolucionar. Se pueden hacer cosas nuevas. El vampiro, la momia, el hombre lobo... no tienen que acabar siempre muertos. Se puede convivir con estas razas de noche y se pueden escribir historias nuevas que lo cuenten. Al menos, esa es mi esperanza y es por lo que sigo dándole a la tecla a las 2.13 de la madrugada.
Nos leemos, monstruos.

2 comentarios:

  1. La respuesta puede ser que Vistos de cerca, todos somos monstruos.
    Tal vez sean un espejo demasiado sincero. Y la reacción ante esa visión sea la destrucción.
    Es interesante el cuento El Extraño, de Lovecraft. Vemos el punto de vista del protagonista y lo entendemos.

    Dracula, de Ford Coppola, tal vez sea mejor que el original. Presenta como un héroe romántico, con su lado violento, al vampiro. Y como monstruo, cruel, insensible a la belleza de las vampiras, a Vna Hellsing.

    Es interesante el verdadero romanticismo.

    Saludos.

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